Planes de otoño en Nueva York
El cambio de color de las hojas se suma a citas como Halloween, Acción de Gracias o la maratón.
El periodo comprendido entre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre es el momento más esplendoroso del fenómeno conocido como foliage, follaje en español. El lugar más habitual para observarlo es Central Park. Una opción es reproducir el paseo otoñal de los protagonistas de la mítica película Cuando Harry encontró a Sally. Para ello hay que caminar entre los olmos de la avenida principal, The Mall, y cruzar el puente Bow Bridge. Todavía se puede disfrutar de un cóctel al borde del lago en el histórico restaurante Boathouse, pero corra porque echa el cierre mañana.
Más intensa es la estampa que ofrece la orilla del río Hudson, un paisaje que obsesionó a los pintores románticos estadounidenses del siglo XIX, cuyas obras se pueden ver en el Museo Metropolitano. Un viaje que merece todo un día es coger el Metro-North desde la estación Grand Central con destino a la pintoresca localidad de Beacon. Tras dos horas de trayecto, es obligada una visita al museo de arte contemporáneo Dia Beacon o al parque de esculturas gigantes Storm King.
Los paseos por la ciudad son especialmente espectaculares en esta época del año en los barrios de Greenwich Village y East Village, en la isla de Roosevelt a la que se puede acceder con un teleférico gratuito. Sin olvidar coger el metro a Brooklyn para recorrer las calles repletas de antiguas mansiones de Clinton Hill o pasear por el salvaje Prospect Park y las casas de piedra rojiza.
Un Halloween diferente
Si visita la ciudad en Halloween verá a los neoyorquinos ir a trabajar disfrazados. Es la costumbre más divertida junto a las decoraciones de las casas y al multitudinario desfile de máscaras que recorre las calles del Village la noche del 31 de octubre. Otros dos lugares para per
son los cementerios de Green-wood (Brooklyn) y Woodlawn (Bronx), donde descansan los más ilustres personajes de la historia de Estados Unidos y tienen previsto varias actividades entre sus tumbas.
El de Woodlan es una maravilla escondida donde del 28 al 30 de octubre, a partir de las 19:30 de la tarde, las tumbas se iluminarán con efectos especiales para darle más dramatismo al lugar. Merece el viaje acudir de día para recorrer las sepulturas de la Reina de la Salsa, Celia Cruz; los genios del jazz como Miles Davis o Duke Ellington; el autor de Moby Dick, Herman Melville; o el editor de prensa Joseph Pulitzer.
‘Running’
Los dos grandes eventos para desafiar al frío y echarse a la calle son la maratón de Nueva York (6 de noviembre), y Acción de Gracias (24 de noviembre).
No hace falta ser aficionado al running para disfrutar de la carrera más multitudinaria del mundo. En los márgenes del recorrido es donde se contagia la adrenalina con la ayuda de las bandas de música, los vendedores ambulantes, las pancartas y los disfraces. Los puntos más animados en Brooklyn son la Bedford Avenue en Williamsburg y la contigua Greenpoint Avenue. Para observar el sudor y la gloria hay que ir a la meta de Central Park.
La festividad de Acción de Gracias es asunto nacional. La tradición más popular es la cabalgata organizada por los almacenes Macy’s. Para ver los enormes globos hinchables y los famosos en las carrozas hay que madrugar, ya que todo empieza a las 9:00 de la mañana y acaba a mediodía. Es el único momento del año donde muchos restaurantes cierran. Pero existe la curiosa costumbre, para los que no pasan la noche en familia, de ir a cenar a Chinatown, donde la vida continúa. Los imperdibles son el Golden Unicorn, los centenarios Great NY Noodletown y Nom Wah Tea Parlor, y la pastelería Mei Lai Wah Bakery para el postre.
Exposiciones y eventos
En la abrumadora agenda otoñal, destacan dos exposiciones de fotografía, dos retrospectivas y la muestra de un gran pintor neoyorquino.
En el Bajo Manhattan se pueden ver las fotografías tomadas por el célebre fotoperiodista Robert Capa durante el primer año de la Guerra Civil española. Una muestra imprescindible en The International Center of Photography (ICP). En la galería David Zwirner de Chelsea cuelgan los retratos en blanco y negro de la neoyorquina Diane Arbus.
La rotonda del Guggenheim se prepara para acoger por primera vez el trabajo de ocho décadas de Alex Katz, precursor del arte pop de 95 años, a partir del 21 de octubre. Tamderse bién estrena retrospectiva el Brooklyn Museum dedicada a Thierry Muegler, a partir del 18 de noviembre. Por último, el Whitney Museum inaugura mañana una muestra de los bocetos, los dibujos y las pinturas de escenas urbanas de Nueva York que realizó Eduard Hopper.
Festivales y restaurantes
Un clásico es el New York Film Festival, en marcha hasta mañana. Varias salas de toda la ciudad proyectan más de 40 títulos entre los que se encuentran White Noise de Noah Baumbach, No Bears del iraní Jafar Panahi y el drama Armageddon Time. Si se prefiere la risa, del 7 al 13 de noviembre se celebra el New York Comedy Festival, con más de 100 actuaciones de los mejores cómicos de la ciudad.
Para aficionados a la arquitectura, del 21 al 23 de octubre tiene lugar el Open House NY, donde visitar gratis más de 300 edificios emblemáticos normalmente cerrados al público.
Entre la multitud de restaurantes de la ciudad, no hay que perderse la reapertura del clásico dinner Eisenberg’s en la avenida Broadway. Las novedades son el nombre, ahora S&P, y su plato estrella, el sándwich de bacon con crema de cacahuete.
Recién inaugurado está también el restaurante Emilia by Nai, del chef gallego Rubén Rodríguez, en la Segunda Avenida. El menú es una reinterpretación moderna de las recetas que preparaba su abuela.
Para una copa, una hamburguesa y ver a la juventud más sofisticada de Manhattan, hay que ir al Fanelli Café, uno de los bares más antiguos de la ciudad, situado en Mercer con Prince.