Transmisiones Patrimoniales: así tributa en cada comunidad autónoma
El ITP, que grava, entre otros, la compra de inmuebles de segunda mano, es uno de los tributos cedidos a las comunidades autónomas, que pueden fijar los tipos impositivos, deducciones y bonificaciones que consideren.
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un tributo indirecto que grava la transmisión inter vivos de toda clase de bienes y derechos que integren el patrimonio de las personas físicas o jurídicas. El impuesto está cedido a las comunidades autónomas, que tienen competencia normativa para modificar algunos elementos del tributo, como los tipos impositivos y las bonificaciones del mismo, aunque solo en determinados casos.
Regulado por el Real Decreto 828/1995, de 29 de mayo, la ley otorga a las comunidades autónomas capacidad normativa para modificar los tipos impositivos aplicados a Transmisiones Patrimoniales Onerosas en concesiones administrativas, transmisiones de bienes muebles e inmuebles, constitución y cesión de derechos reales sobre muebles e inmuebles, excepto los derechos reales de garantía y arrendamiento de bienes muebles e inmuebles. Además, también en este tipo de actos mencionados, tienen capacidad normativa para aplicar deducciones y bonificaciones en la cuota a pagar.
Baleares y Comunidad Valenciana acaban de anunciar subidas de tipos para 2023
Inmuebles
En lo relativo a los tipos impositivos, cabe señalar que varían en función del tipo de transmisión que se grave. Por la cuantía de la base imponible y la recaudación que aporta dentro de este impuesto, el tipo de transmisión más relevante en el ITP es el relativo a los inmuebles. En este caso, todas las comunidades han ejercido su capacidad normativa para hacer modificaciones en los tipos.
El tipo general más bajo, del 6%, se aplica en Madrid y Navarra, mientras que en Canarias es del 6,5%. Con tipos algo más elevados se encuentran Andalucía, que hasta 2021 contaba con tres tramos, del 8% al 10% y actualmente tiene un gravamen del 7%, el mismo que La Rioja y las tres diputaciones forales vascas. Por su parte, Murcia (8%), Castilla-La Mancha (9%) y Galicia (9%), también cuentan con un único tramo, al margen de los tipos reducidos que aplican para favorecer a colectivos y tipos de transmisiones concretas.
Por otro lado, el tipo general único más alto, del 10%, se venía aplicando en Cantabria, donde sigue en vigor, y Comunidad Valenciana, pero el gobierno de esta última autonomía ha anunciado que introducirá en 2023 un nuevo tramo con un gravamen del 11% en el caso de las operaciones que superen el millón de euros. De esta forma, la autonomía presidida por Ximo Puig seguirá el modelo de otros territorios que ya aplican tarifas por tramos. Este es el caso de Aragón, que cuenta con cinco tramos comenzando con un tipo del 8% hasta los 400.000 euros; un 8,5% hasta 450.000; un 9% hasta los 500.000; un 9,5% hasta los 750.000 euros; y, por último, un 10% a partir de dicha cantidad.
En Asturias, por su parte, existen tres tramos, en los que aplica un 8% hasta los 300.000 euros, un 9% hasta 500.000 euros y, por encima de esa cifra, un 10%. Castilla y León establece dos tramos, con un tipo del 8% en el primero, hasta los 250.000 euros, y un 10% en el segundo. En Extremadura existen tres tramos, con un gravamen del 8% hasta los 360.000 euros; un 10% de dicha cifra a los 600.000 euros y un 11% a partir de esta cantidad. En cuanto a Cataluña, tiene dos tramos, aplicando un 10% hasta el millón de euros de base imponible y un 11% a partir de ese umbral.
También cuenta con varios tramos Baleares, comunidad que en los últimos meses también ha anunciado cambios en este tributo. En concreto, hasta ahora contaba con cuatro tramos que iban del 8% al 11,5%. El primero grava al 8% hasta los 400.000 euros, el segundo aplica un 9% a los siguientes 200.000 euros; el tercero, del 10%, los siguientes 400.000 euros; y, finalmente, venía aplicando un tipo marginal del 11,5% por encima del millón de euros. Sin embargo, este marginal máximo aumentará en 2022 al 12% para la compra de vivienda de más de un millón de euros, y se introducirá un quinto tramo, al 13%, a partir de los dos millones. Se trata del segundo año consecutivo que el Gobierno de Francina Armengol eleva el tipo máximo del ITP, ya que para 2022 lo subió del 11% al 11,5%.
Por otra parte, muchas comunidades autónomas establecen tipos reducidos para la adquisición de vivienda habitual por parte de colectivos como jóvenes, familias numerosas o personas con discapacidad. Muchas de ellas son comunidades de la denominada como España vaciada, que buscan combatir la despoblación y la marcha de su población joven a otras comunidades incentivando su permanencia o el traslado de población a zonas despobladas o pequeños municipios mediante tipos reducidos o bonificaciones en el ITP. Así, existen este tipo de beneficios fiscales para la compra de un inmueble cuando la vivienda está situada en un municipio pequeño o zonas rurales en peligro de despoblación, mientras que también se establecen tipos reducidos para la adquisición de inmuebles en los que, siendo posible la renuncia a la exención en IVA, no se opte a ello, así como por el establecimiento de la sede de una empresa o un negocio.
En este sentido, además de las deducciones y tipos reducidos que ya existen en cada comunidad, recientemente ha habido novedades en dos autonomías respecto a este tributo. Por un lado, Castilla y León ha anunciado que reducirá al 2% el tipo aplicado a la adquisición de inmuebles que se destinen a ser sede social o centro de trabajo en el medio rural, y al 4% la tributación por el cambio de titularidad de las explotaciones agrarias; y se aplicará una bonificación del 100% en la cuota por el arrendamiento de fincas rústicas y otra, también del 100%, a la tasa de las licencias de caza y pesca. Asimismo, Baleares rebajará del 5% al 4% el tipo aplicado en las compras de primera vivienda de valor inferior a 270.000 euros.
Los tipos marginales van del 6% aplicado en Madrid y Navarra al 13% que añadirá Baleares