El salto de calidad de la Familia Malleolus
Álvaro Maestro es el director técnico y enólogo de Emilio Moro y confiesa que la Familia Malleolus es la niña de sus ojos. Formada por tres referencias –Malleolus, Malleolus de Valderramiro y Malleolus de Sanchomartín–, la bodega vallisoletana ha presentado recientemente su nueva imagen, “un antes y un después” para Maestro, que cree que el consumidor notará también su “incremento de calidad”. Y es que Emilio Moro ha convertido el término Malleolus, que hace referencia a sus viñedos más antiguos, en sinónimo de trabajo bien hecho. “Han ganado en importancia a nivel cualitativo”, asegura Maestro, vinculado a la bodega desde hace dieciocho años.
Así, Malleolus 2020, “un año típico en la denominación de origen Ribera del Duero”, es “un vino elegante, con una gran personalidad y con un equilibrio perfecto entre la madurez y la frescura”, define el enólogo, que asocia a esta referencia con los términos “equilibrio y reconocible”.
Por su parte, Malleolus de Valderramiro 2019 es “potencia, estructura y gran intensidad” y lo es porque durante ese año hubo lluvias escasas y temperaturas elevadas, lo que dio como resultado una uva equilibrada y de una calidad extraordinaria. Por todo eso es el preferido de Maestro que añade más adjetivos: “Es expresivo, elegante y presenta seriedad en la fruta”.
El tercero es Malleolus de Sanchomartín 2019, el “más elegante” de los tres que acaban de presentarse y, aunque en este momento ya es un vino excelente, “la proyección en botella es brutal”, por eso Maestro recomienda guardarlo y esperar a brindar con él.