Por dónde sale de fiesta Jeff Bezos cuando está en Manhattan
Desde que se ha mudado a Miami, Jeff Bezos se ha contagiado del espíritu festivo de la ciudad. Mientras le construyen su nueva megamansión, pasa el tiempo de fiesta en fiesta viajando por todo el país. El fin de semana pasado tenía completa la agenda de baile. Sábado y domingo, cena y copas con el multimillonario Ken Griffin en el Gran Premio de Fórmula 1 de Miami, cita a la que también asistieron Elon Musk, los Beckham, Camila Cabello o Donald Trump. Y el lunes, todos a Nueva York a la Gala del Met. Con una excepción. El expresidente de EEUU también viajó a la Gran Manzana como el resto de sus afamados colegas, aunque en su caso fue para acudir a una fiesta muy diferente en los juzgados.
El resto se enfundaron sus mejores trajes, y también los más extravagantes, para dejarse ver en la Gala del Met, el evento del año en Nueva York. Es el lugar donde La hoguera de las vanidades salta del papel novela al couché y donde se dan cita todas las etnias que conforman la jet set de Estados Unidos. Celebrities, aristócratas exiliados en la capital del lujo, empresarios, políticos... Aquí no hay sitio para aspirantes a influencers. Una combinación a partes iguales de riqueza es lo único que da acceso al tíquet dorado necesario para desfilar por la alfombra roja.
Pero la verdadera fiesta empieza después, cuando cierran las puertas del museo y Nueva York hace gala del mito de ser la ciudad que nunca duerme. Martes. 0:30 de la madrugada. Jeff Bezos y su prometida, Lauren Sánchez, hicieron una aparición estelar en la Boom Boom Room, en la planta 18 del Standard Hotel, en el West Village de Manhattan, el barrio por excelencia que más famosos concentra por metro cuadrado del mundo. Esta sala es el lugar de fiesta de moda entre las celebrities desde que hace una década protagonizaron una sonada pelea Beyoncé, su marido Jay-Z y su hermana, Solange Knowles.
Si de encontrarse con caras conocidas se trata en Nueva York, Boom Boom Room es el lugar. También es uno de los lugares favoritos por las empresas para organizar eventos. Vistas espectaculares al río en una de las mejores zonas de la ciudad. Y para amenizar, se encuentra al lado de Le Bain, una discoteca en la que es posible acabar la noche, o empezar el día, en la piscina. ¿Y por qué va allí Jeff Bezos? En primer lugar, porque es la primera parada en la ruta nocturna tras la Gala del Met, y porque por allí han pasado desde Lady Gaga,
Boom Boom Room y Silencio son dos de las salas de fiesta de moda entre las ‘celebrities’
Los millonarios, como el fundador de Amazon, prefieren clubes privados como Cipriani o Zero Bond
hasta Madonna o Katy Perry. Cuando se trata de celebrities, este sitio es miembro de la división de honor.
Pero en este mundo de lentejuelas, cuero y abalorios psicotrópicos, el esmoquin negro con pajarita negra de Bezos no terminó de encajar y aunque Sánchez se dedica al márketing y se siente más cómoda en este tipo de eventos de su época como reportera en el mundo del entretenimiento, las malas lenguas dicen que protagonizaron la bomba de humo del siglo y desaparecieron al poco de llegar ante la ausencia de amigos con los que hablar. Periodistas y cazadores de famosos buscaron a la pareja en otras fiestas esa noche.
Un poco más al norte, en la calle 57, el rapero Cardi B. había organizado un encuentro privado en Silencio, el último club en abrir sus puertas en la ciudad y una extensión de la sala del mismo nombre que hace las delicias de la jet set francesa en París. La gran diferencia es que este local está completamente cubierto de terciopelo rojo, desde el suelo hasta el techo y es el lugar de moda para las celebrities de nueva generación en Manhattan. Así que Bezos se saltó esta invitación y apostó por algo fuera del foco de las cámaras.
Casa Cipriani, un exclusivo club privado al sur de Wall Street, organizó su propia recepción para algunos asistentes a la Gala del Met. Aun así, uno de los sitios preferidos del fundador de Amazon cuando está en Nueva York es Zero Bond, otro club privado que es el último grito entre inversores para divertirse alejados de mirada indiscretas. Es uno de esos sitios en los que Bezos coincide con Elon Musk. Y con Kim Kardashian, además del alcalde de Nueva York, Eric Adams. Y, como no, ellos también tuvieron su propia fiesta privada, lejos del flash de las cámaras que tan bienvenidas son en Boom Boom Room o Silencio.