Expansión País Vasco

Sánchez creará impuestos a la banca y las energética­s para recaudar 7.000 millones

NUEVO PAQUETE DE MEDIDAS/ El presidente anuncia tributos extraordin­arios durante dos años para recaudar 2.000 millones anuales de eléctricas, gasistas y petroleras y 1.500 al año de entidades financiera­s para sufragar nuevas medidas sociales.

- Juande Portillo.

“El gran reto que hoy tiene España se llama inflación”, reconoció ayer en el Congreso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el discurso de apertura del primer Debate del estado de la Nación en siete años, en el que pasó por encima del tradiciona­l balance triunfalis­ta de gestión del Ejecutivo para centrarse en admitir que la incierta situación económica abierta por la crisis inflacioni­sta y la invasión de Rusia sobre Ucrania requiere tomar medidas adicionale­s. Sánchez, de hecho, aprovechó su intervenci­ón para anunciar una quincena de nuevas iniciativa­s cuando el Parlamento aún no ha validado el decreto de prórroga hasta fin de año de su plan de choque. Como medida estrella para sufragarla­s, Sánchez anuncio la creación de un nuevo impuesto extraordin­ario sobre la banca, que suma al previsto para las energética­s, a fin de recaudar en conjunto unos 7.000 millones de euros en dos años.

“Soy plenamente consciente de las dificultad­es diarias de la gente” ante un alza de precios a doble dígito, dijo Sánchez, asegurando que no va a “tolerar que haya empresas o individuos que se aprovechen de la crisis”, porque “las dificultad­es de la mayoría no pueden ser la alegría de una minoría”. Para garantizar un “reparto justo y equitativo” de la crisis inflacioni­sta, anunció, impulsará la creación de un nuevo impuesto sobre “las grandes entidades financiera­s, que ya se están empezando a beneficiar de la subida de los tipos de interés”. Será excepciona­l y temporal, durante 2023 y 2024, detalló, y gravará los beneficios del sector de este ejercicio y el próximo con el objetivo recaudar 1.500 millones al año (3.000 en total).

El nuevo tributo, avanzó Sánchez, se planteará en paralelo al ya anunciado impuesto sobre los beneficios extraordin­arios obtenidos por las compañías energética­s en 2022 y 2023 como consecuenc­ia del alza de precios. Esta figura, detalló el presidente, estará en vigor durante 2023 y 2024 y recaudará 2.000 millones al año, es decir, 4.000 millones en total, de las grandes empresas eléctricas, gasistas y petroleras. “Se habla a menudo de los beneficios caídos del cielo, pero los beneficios no caen del cielo, salen del bolsillo de los ciudadanos que pagan sus facturas”, criticó Sánchez, aclarando que el impuesto solo afectará a “los grupos dominantes” del sector energético.

Los dos impuestos serán impulsados “cuanto antes” como proposicio­nes de ley por los partidos de Gobierno, detallan desde La Moncloa.

El anuncio provocó fuertes caídas bursátiles al sector financiero (de hasta el 8,6% para CaixaBank), y recibió críticas desde la patronal. BBVA Research rescató su estimación de que un impuesto a la banca que eleve la recaudació­n en el 0,1% del PIB provocará una caída económica del 0,09% a largo plazo, reducirá el volumen de crédito y lo encarecerá en 10 puntos básicos.

Frente al golpe a las empresas, Sánchez prevé destinar la recaudació­n extra a financiar otras de las medias anunciadas ayer, como la gratuidad de los abonos de Renfe de cercanías, rodalies y media distancia hasta final de año; una beca complement­aria de 100 euros para el millón de estudiante­s ya becados; el impulso de la formación en programaci­ón informátic­a y robótica en la educación obligatori­a; el refuerzo del sistema nacional de salud; el despliegue del autoconsum­o energético de edificios públicos; nuevos planes de reindustri­alización y apoyo al sector agrario o la construcci­ón de 12.000 nuevas viviendas en Madrid (el 60% públicas).

De la misma forma, argumentó Sánchez, los 15.500 millones de recaudació­n tributaria extra logrados, a lomos de la inflación, entre enero y mayo, equivalen al coste que tienen los dos planes de choque contra la inflación desplegado­s entre abril y diciembre, que incluyen la bonificaci­ón de carburante­s, la rebaja del 80% de la factura fiscal de la luz o el nuevo cheque de 200 euros y que el Congreso decidirá si convalidar el jueves.

Más allá del incremento de la presión fiscal sobre firmas energética­s y financiera­s, y en el marco del pacto de moderación de rentas y beneficios que promueve entre los agentes sociales, Sánchez pidió “a las grandes empresas que cualquier beneficio suplementa­rio” por el alza de precios se redirija en apoyo de trabajador­es y consumidor­es. “Es el momento de demostrar que trabajan para crear valor a sus accionista­s pero también a la sociedad”, sostuvo.

“No elegimos gobernar en situacione­s críticas como la pandemia o la guerra, pero en medio de las peores turbulenci­as vividas, tenemos claras las prioridade­s guiándonos por el interés general”, aseguró Sánchez. “Vamos a ir a por todas” a la hora de ayudar a la ciudadanía a paliar el alza de precios y de cuidar especialme­nte de las clases trabajador­as y colectivos vulnerable­s, concluyó.

Su discurso, buscaba empatizar con la ciudadanía, recuperar el liderazgo cuestionad­o tras los últimos reveses autonómico­s y coser las diferencia­s internas del Ejecutivo de coalición para afianzar el año y medio que resta de legislatur­a. Como poco le valió una tregua con sus socios. “Hoy el Gobierno empieza a reorientar el rumbo como veníamos pidiendo”, celebró la ministra de Derecho Sociales y líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, mientras que la vicepresid­enta segunda, Yolanda Díaz, avaló el plan aunque echó en falta otro impuesto específico a “las grandes corporacio­nes que cotizan en Bolsa y tienen beneficios muy importante­s".

De cara al resto del Hemiciclo, Sánchez se ofreció a estudiar sus propuestas, pero rechazó las principale­s planteadas por el PP. Carente de escaño, el nuevo líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, acudió a la cita pero tuvo que delegar la voz en Cuca Gamarra, que aunque consumió un tercio de su tiempo en criticar que el PSOE pacte con Bildu, acabó atacándole por el frente económico. “Señor Sánchez, usted sale muy cara a los españoles”, adujo, proponiénd­ole rebajar el IVA del gas al 5%, deflactar el IRPF para evitar el alza fiscal encubierta de no actualizar el impuesto con el alza de precios y salarios y tendió la mano a apoyar el alza del gasto en defensa que divide a los socios de Gobierno.

Unidas Podemos respaldó a Sánchez pero le reclamó una reforma fiscal integral, petición a la que se sumó ERC, socio parlamenta­rio habitual.

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer en el Congreso de los Diputados.

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