Freno de la actividad los próximos trimestres
Las distintas previsiones sobre la economía española que los analistas oficiales y privados van presentado para los próximos trimestres difieren en los matices, pero coinciden en lo sustancial. Casi todos mantienen los pronósticos de crecimiento para este año en términos similares a los previstos –esto es, destacando frente al resto de Europa, pero lejos aún de recuperar los parámetros anteriores al Covid– al tiempo que rebajan sustancialmente las previsiones de cara a 2023. Varios de los analistas incluso dibujan ya un escenario en negativo en algún trimestre, aunque mantienen el adjetivo de “técnico” junto al sustantivo “recesión”, señalando que no se espera un agravamiento prolongado de la actividad. Pero también esperan una inflación del conjunto de 2022 mucho más elevada de lo previsto, lo que implica que quedan todavía unos meses muy duros para familias y empresas por el alza de precios. La corrección del alza de precios es muy compleja e, incluso aunque baje a niveles en torno al 5%, como pronosticaba ayer la Fundación de las Cajas de Ahorros, se tratará de niveles muy complicados de gestionar. Ya pocos se atreven a emplear el adjetivo “transitoria” como ocurría hace sólo unos pocos meses. Además, la posibilidad de que se prolongue la crisis energética de la mano de la invasión rusa de Ucrania es un escenario que empeoraría muchas de estas predicciones, por lo que una vez más hay que reclamar la máxima mesura y rigor a los partidos políticos para que apuesten por una hoja de ruta sensata y alejada de los populismos que no empeore aún más estas previsiones.