Beka aspira a gestionar 50.000 La CNMV recuerda a bancos y asesores las millones y busca nuevas compras nuevas normas ESG
TRAS ADQUIRIR TREA AM/ La entidad, con un patrimonio en gestión de activos de 30.000 millones, acaba de comprar Trea, con 6.000 millones de euros en fondos.
Beka Finance busca convertirse en un gigante de la gestión de activos en España. La firma anunció la semana pasada la compra del 100% de la gestora Trea Asset Management, con un patrimonio de alrededor de 6.000 millones de euros en fondos de inversión y planes de pensiones, y se abre a seguir explorando el mercado en busca de nuevas compras para afianzar su actividad.
La operación con Trea, ahora pendiente del visto bueno de los reguladores pertinentes, permite a Beka dar un salto cuantitativo en gestión de activos, hasta los 30.000 millones de euros, incluyendo el patrimonio administrado a través de sus fondos alternativos, el volumen de su banca privada y la incorporación de los activos de la plataforma de gestión de deuda Haya Titulización, según datos de la propia firma.
La integración de Trea, permitirá a Beka crecer de manera significativa en el segmento de distribución de fondos a minoristas, donde la firma no tenía una cuota representativa hasta ahora, y además entrar en nuevas líneas de negocio, como la de los planes de pensiones y la de los mandatos de gestión. Hay que recordar que uno de los puntos fuertes de Trea es la gestión de fondos de marca blabca. Tiene acuerdos con Mediolanum, Cajamar y Novobanco para administrar sus productos de inversión.
Beka prevé incorporar a la plantilla completa de Trea, alrededor de 60 profesionales, incluido Carlos Tusquest, su fundador, que aunque se ha deshecho por completo de su participación en el accionariado de la firma seguirá ligado a ella unos años más, impulsando el negocio. Antonio Muñoz, director general de Trea hasta ahora, mantendrá su cargo de CEO, y liderará el área de gestión de fondos líquidos.
Al menos por el momento, Beka se ha propuesto mantener la marca de Trea, en la que ve valor, sobre todo en Cataluña, y potenciar su oferta (está muy especializada en fondos de renta fija), con nuevos productos de inversión líquidos, sobre todo fondos de renta variable y mixtos. En dos años, la entidad espera que la nueva Trea alcance los 10.000 millones de euros bajo gestión, desde los 6.000 millones actuales.
“El crecimiento inorgánico que hemos experimentado con la adquisición de Trea AM y Haya Titulización nos sitúa en primera línea de la gestión de activos independientes en España y nos permite registrar un notable aumento del patrimonio. En España hay un enorme hueco disponible entre los bancos tradicionales y las boutiques especializadas, y nos gustaría liderar ese espacio”, explica Carlos Stilianopoulos, consejero delegado de Beka Finance.
Nuevos objetivos
Pero además, las dos nuevas adquisiciones renuevan los objetivos de crecimiento de Beka Finance a futuro, que se ha marcado la meta de alcanzar un volumen bajo gestión de 50.000 millones de euros en 2024, al finalizar su plan estratégico actual. De conseguirlo, la entidad impulsará su patrimonio en solo un par de años en alrededor de un 66%.
“Ya tenemos todas las áreas consolidadas [Además de la pata de gestión de activos, Beka cuenta con otras cinco áreas de negocio, como la de banca de inversión y el neobanco] y el objetivo ahora será hacer nueva contrataciones o nuevas compras para reforzarlas”, explica Stilianopulos.
La entidad prevé contratar, de aquí a que concluya 2024, alrededor de 100 nuevos profesionales, que le permitirán alcanzar una plantilla de 350 empleados ese año, frente a los 200 actuales (más los empleados de Trea).
Una de las principales vías de crecimiento será precisamente el área de gestión de activos, también en lo que a nuevas contrataciones se refiere. “La gestión de activos va a ser el negocio que más crecerá. Además del impulso de Trea, creemos que la gestora de titulización crecerá favorecida por el entorno económico y la pata de alternativos cada vez registrará mayor demanda, por parte de institucionales y minoristas”.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recuerda a las entidades financieras que deben estar preparadas para cumplir con las nuevas obligaciones relacionadas con la sostenibilidad en productos financieros que entran en vigor el próximo 2 de agosto. A partir de esta fecha, bancos y asesores deberán preguntar a sus clientes por sus preferencias en sostenibilidad.
Según el nuevo reglamento de la Unión Europea, las entidades deberán integrar a partir de esa fecha las preferencias en materia de ESG de sus clientes en los procesos de evaluación de la idoneidad, siempre que presten asesoramiento en inversiones o gestión discrecional de carteras.
El objetivo final de este nuevo examen, que serán unas nuevas preguntas a la cola del test de idoneidad de Mifid, es integrar en las carteras de los clientes los productos financieros idóneos para cada perfil, ajustados a sus objetivos de inversión, situación financiera y conocimientos y experiencia.
Las entidades deberían haber adaptado ya sus sistemas o procesos de cara a ser capaces de realizar las preguntas
Beka espera contratar 100 nuevos profesionales en dos años para fortalecer el negocio
A partir del 2 de agosto, las entidades deberán preguntar a sus clientes por sus preferencias en ESG
pertinentes a sus clientes para identificar sus preferencias sobre sostenibilida. Y la CNMV recuerda que los clientes que ya han sido evaluados deberán tener la opción de actualizar su información y responder a las nuevas preguntas a iniciativa propia en cualquier momento.
El supervisor considera “fundamental” que el personal de las entidades que recopile la información de los clientes cuente con los suficientes conocimientos “para poder explicarles en un lenguaje sencillo y de manera comprensible los diferentes aspectos sobre los que se recaban sus preferencias”.
Por otra parte, el nuevo reglamento requiere que se integren los riesgos de sostenibilidad en las políticas de gestión del riesgo de las entidades, que, además, deberán tener en cuenta posibles conflictos de interés que se deriven de la integración de las preferencias de sostenibilidad del cliente.