Expansión País Vasco

Objetivo: convencer a Draghi para que siga

Todos los partidos, salvo el Movimiento Cinco Estrellas, intentan convencer a Mario Draghi para que no dimita como primer ministro. Italia hace frente al fuerte crecimient­o del coste de la vida y a una amenaza de recesión, con el peligro de desaprovec­har

- Pablo Martín de Santa Olalla Profesor de Relaciones Internacio­nales en el Centro Universita­rio ESERP

Aunque parecía que la marcha de Mario Draghi como premier no tenía vuelta atrás, se han producido a lo largo de este fin de semana una serie de movimiento­s que pueden acabar haciendo cambiar de parecer al aún primer ministro. Además, la realidad es que Draghi, en el fondo, ha dejado la puerta abierta a seguir, porque, aunque haya presentado su dimisión, el presidente Mattarella sigue sin aceptársel­a y en este momento el economista y financiero romano se encuentra en tierras argelinas negociando un importantí­simo pacto energético, con lo que aún debemos hablar de “amago de dimisión”.

Vayamos por partes. Los ahora dos principale­s partidos de la aún existente “maggioranz­a” (Lega y Forza Italia) no han dicho un sí rotundo a elecciones anticipada­s y, en cambio, se han limitado a afirmar que no piensan formar parte de ningún gobierno en el que también esté el Movimiento Cinco Estrellas. Y es que ambas formacione­s saben que con la permanenci­a de Draghi tienen mucho que ganar: tienen pactado crear una federación de la que se lleva hablando desde hace un año (que llevaría el nombre de “CentroDest­ra Unito, CDU”) pero que aún no ha tomado forma definitiva; dejarían en evidencia a la tercera en discordia (la romana Meloni, que está cometiendo el garrafal error de pedir elecciones cuando la mayor parte del país pide que lo último que haya es precisamen­te comicios anticipado­s); y dan la posibilida­d a Salvini de emerger como “hombre de Estado”. Porque la realidad es que no hay gobierno sin la Lega, que pasa ahora a ser el partido con mayor número de parlamenta­rios en la que sería nueva “maggioranz­a” de gobierno.

Al Partido Democrátic­o (PD) también le favorece que siga habiendo gobierno porque aún debe forjar su coalición de centroizqu­ierda. Ahora ya sabe que debe olvidarse de cualquier pacto con Cinco Estrellas (resulta mucho más inteligent­e esperar a que haya un trasvase de votos de la formación pentastell­ina hacia el principal partido del centroizqu­ierda) y, al mismo tiempo, quiere integrar a su escisión por la izquierda, un Libres e Iguales (LeU) que se marchó del PD porque Renzi dirigía en aquel momento el PD pero que, con él fuera de este desde hace casi tres años, no tiene sentido continuar al margen del partido del que salieron en marzo de 2017.

Y precisamen­te Renzi está teniendo en esta dimisión aún en el limbo la posibilida­d de recuperar protagonis­mo. Porque la realidad es que el mismo político que sufre elevados niveles de impopulari­dad ha recogido este fin de semana 100.000 firmas para pedir la continuida­d de Draghi, y lo ha logrado en cuestión de horas. Renzi también necesita que Draghi siga para construir su coalición de centro europeísta y reformista, donde quiere integrar a numerosos partidos (Azione, Cambiament­o, Piu Europa) y tratar de aglutinar todos los votos que va a haber en un espacio aún difuso pero que ciertament­e existe.

Pero lo más importante de todo es lo que está teniendo lugar en el interior del Movimiento Cinco Estrellas, que está fracturánd­ose por momentos entre los que quieren ir hasta el final con la línea oficial de romper con Draghi y los que quieren seguir formando parte de la “maggioranz­a” (los conocidos como “i governisti”). Estos últimos saben que, de ir a elecciones anticipada­s, Cinco Estrellas sería completame­nte liquidado en las urnas por haber hecho caer el gobierno en el peor momento posible: crecimient­o a la baja que puede devenir en recesión, creciente aumento del coste de la vida, y riesgo de perder parte de los generosísi­mos fondos europeos.

Este miércoles Draghi debe comparecer ante el Parlamento para explicar los motivos de su dimisión. Pero puede no ser al final más que una mera interrupci­ón de su estancia al frente del Ejecutivo para que Mattarella le conceda un nuevo “incarico” de formar gobierno, donde las condicione­s de Draghi serían muy claras: su continuida­d a cambio de una “maggioranz­a” nueva (todos los partidos que estaban menos Cinco Estrellas, pero añadiendo a todos los escindidos de esta formación); un programa de gobierno cerrado y el compromiso de apoyar los Presupuest­os Generales del Estado para el año 2023; y fin de cualquier tipo de maniobras desestabil­izadoras del Ejecutivo. Todo ello sin olvidar la decisiva baza que debe jugarse: la figura del propio presidente de la República, Sergio Mattarella, el primero que dio ejemplo a Draghi de lo que debe ser tener “sentido de Estado” al aceptar una reelección presidenci­al muy a su pesar, lo que, hizo, como es sabido, a finales de enero de este año. Veremos si todo esto es suficiente para convencer a una persona como Draghi que es de decisiones tan meditadas como inamovible­s

Si Draghi se queda exigirá a los partidos una mayoría estable y apoyo a los presupuest­os de 2023

 ?? ?? El primer ministro italiano, Mario Draghi, ayer, con el presidente de Argelia, Abdelmadji­d Tebboune, celebrando el acuerdo entre Italia y Argelia.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, ayer, con el presidente de Argelia, Abdelmadji­d Tebboune, celebrando el acuerdo entre Italia y Argelia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain