Guindos: el impuesto a la banca no debe dañar al crédito ni a las entidades
EL BCE NO SE PRONUNCIARÁ HASTA QUE SE CONOZCAN LOS DETALLES/ El vicepresidente sostiene que cualquier tasa debe tener mucho cuidado con los efectos que ocasiona sobre el negocio bancario.
El Banco Central Europeo (BCE) observa con recelo el anuncio del Gobierno de España de imponer un impuesto a la banca a raíz de las subidas de los tipos de interés. Según señaló ayer Luis de Guindos, vicepresidente de la institución, tras la reunión de política monetaria, este tipo de medidas no deben dificultar la concesión de crédito ni endurecer las condiciones de financiación, así como tampoco perjudicar la solvencia del sector.
Si así sucediese, el BCE emitiría una opinión desfavorable ante la nueva tasa, algo que ya ha ocurrido en el pasado al considerar que puede afectar a la estabilidad financiera. Por el momento, el organismo europeo prefiere mantenerse al margen hasta que se conozcan los detalles.
“Es difícil opinar cuando no conoces los detalles del impuesto. No conocemos los detalles y nuestra opinión no puede ser completa”, apuntó Guindos.
La institución europea puede ser preguntada de forma oficial por el proceso legislativo en cualquier momento por el Ministerio de Economía o el banco central nacional del país que corresponda, en este caso el Banco de España, y sería entonces cuando emitiría su dictamen. Sin embargo, y existen precedentes de ello, el BCE también tiene capacidad para dar su opinión de oficio si así lo considera, según está recogido en los reglamentos que regulan su funcionamiento.
Cualquier opinión, en todo caso, dependerá de la forma final que tome el impuesto por lo que posicionarse actualmente sería prematuro.
“No sabemos si va a ser un impuesto sobre los beneficios, sobre las comisiones, sobre los activos... No hay detalles”, indicó el vicepresidente del BCE.
En el pasado, la autoridad monetaria utilizó estos mismos argumentos para oponerse a la puesta en marcha de un impuesto del cinco por ciento sobre el beneficio bancario en Lituania para reforzar con ello las finanzas públicas. El BCE juzgó indeseable la medida y solicitó al Gobierno lituano que realizara previamente un análisis exhaustivo de las potenciales consecuencias que podría tener para el sector financiero y su actividad.
El impuesto anunciado por el Gobierno en España llega en un momento en el que el propio supervisor está pidiendo prudencia a las entidades respecto a la situación macroeconómica. Aunque todo apunta a que sus ingresos se verán directamente elevados por el aumento de los intereses, la delicada situación derivada de la guerra en Ucrania y un potencial corte del gas ruso podrían sumir a la economía europea en una recesión. Con ello, el organismo pretende que las entidades utilicen ese exceso de beneficios para reforzar sus provisiones y cubrir potenciales pérdidas.
“Los impagos que no se produjeron por la pandemia podrían detonarse ahora”, indicó Guindos recientemente.
Las opiniones del BCE de este tipo, en cualquier caso, se toman como recomendaciones y no son vinculantes.
El BCE ya se opuso a un tributo al sector bancario planteado en Lituania en 2019