Las gestoras de activos se resienten
Las gestoras de activos han surcado una marea creciente de riqueza en los últimos años. Un mercado alcista de la renta variable impulsó los activos bajo gestión y aumentó las comisiones. Pero las condiciones que ayudaron a los mercados a alcanzar máximos históricos han chocado con un iceberg. La subida de los tipos de interés, la inflación persistentemente alta y el peor arranque de año para las acciones en medio siglo significan que las gestoras de fondos, grandes y pequeñas, sufrirán un golpe considerable en sus ganancias este año.
Ni siquiera BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, es inmune. La opinión de consenso prevé que el beneficio neto del grupo caiga un 11% este año. El de sus rivales más pequeños T Rowe Price e Invesco lo haría un 27% y un 38%, respectivamente.
BlackRock marcó la pauta la semana pasada al comunicar un descenso del beneficio neto en el segundo trimestre superior al 20%, hasta los 1.100 millones de dólares (1.080 millones de euros), ya que los activos bajo gestión se redujeron un 11%, a 8,5 billones. Las divisiones de gestión de activos de State Street, JPMorgan y Morgan Stanley también han decepcionado.
Las gestoras de fondos intentan equilibrar la caída de los ingresos con el aumento de los costes. No importa el cambio a productos pasivos, la disminución de los activos gestionados reduce las comisiones. Esto llega tras varios años de aumento de l negocio.
Las mayores gestoras de fondos no tendrán problemas. Aunque los activos totales de BlackRock cayeron durante su trimestre más reciente, esto se debió principalmente al comportamiento de la Bolsa. Sus entradas netas de inversión aumentaron en 90.000 millones de dólares durante el periodo.
Las firmas más pequeñas, en cambio, se encontrarán en una situación más dolorosa. La presión para consolidarse aumentará.