Nord Stream reabre, pero no convence a Occidente
Expansión.
El gasoducto Nord Stream retomó ayer su actividad tras permanecer diez días cerrado por trabajos de mantenimiento. La infraestructura, que suministra gas dede Rusia a Alemania a través del Mar Báltico, volvió a la actividad, aunque al 30% de su capacidad, por debajo del 40% previo a los trabajos de reparación. La vuelta al bombeo de suministro no ha servido para calmar los recelos de los países occidentales, cuyas sospechas de que Rusia decida detener el suministro permanecen latentes, aunque sí sirvió para reducir el precio de gas en los mercados. El portavoz del Gobierno francés, Olivier Véran, señaló que “en cualquier momento, tal vez de aquí a este otoño o a este invierno", Rusia puede cerrar el grifo del gas. Por su parte, Rusia se defiende de estas especulaciones. Ayer, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, achacó a las sanciones occidentales los problemas de suministro. "Las dificultades tecnológicas relacionadas con eso (los suministros) se deben a las restricciones que los propios estados europeos han introducido. Son estas restricciones las que no permiten la reparación de equipos, incluidas las turbinas que operan en estaciones compresoras", afirmó Peskov. Desde Rusia indicaron que en estos momentos sólo funcionan dos turbinas en la estación compresora de Portovaya y que, además, todavía no han recibido el motor en reparación que fue enviado a Canadá para tal fin, por lo que si no llega a tiempo se reducirá aún más el suministro, hasta el 20%. Bruselas ya había asegurado el miércoles que llegaría a tiempo.