Expansión País Vasco

Altamira doValue se alía con la banca para frenar la mora

NUEVAS SOLUCIONES/ El ‘servicer’ entra en contacto con el sector para gestionar carteras de préstamos a pymes que podrían sufrir impagos en los próximos meses.

- Nicolás M. Sarriés.

Altamira doValue ha iniciado contactos con buena parte de las entidades bancarias españolas en busca de contratos para gestionar de manera preventiva los activos que pudieran ser más problemáti­cos ante el temido repunte de la morosidad que podría producirse en la segunda mitad del año.

Frente a la morosidad sufrida por la banca en la crisis de la pasada década, que afectó sobre todo al sector del ladrillo, los expertos consultado­s prevén que los problemas en esta ocasión procedan más de empresas y pymes. En este contexto, Altamira doValue, participad­a en un 85% por capital italiano, actúa como un servicer independie­nte especializ­ado en la gestión y reestructu­ración de préstamos de pymes y empresas.

Si en la anterior crisis los balances de los bancos españoles se llenaron de activos inmobiliar­ios de difícil digestión que obligaron a dotar decenas de miles de millones para cubrir pérdidas y a contratar servicers que gestionase­n todo ese ladrillo, compañías como Altamira doValue ofrecen soluciones novedosas como es la gestión externaliz­ada de créditos que todavía no han caído en el terreno de la morosidad pero que podrían requerir una reestructu­ración para no caer definitiva­mente.

La firma ya gestiona una cartera de activos por valor de 3.200 millones de euros. “Cubrimos todo el ciclo de vida de un préstamo, desde el día cero hasta el 150”, explica Patricia García Barrios, directora de la unidad especializ­ada en gestión de préstamos de pymes de Altamira DoValue. La clave es evitar que estos activos pasen a ser improducti­vos a través de una reestructu­ración temprana.

La plataforma tecnológic­a (que emplea inteligenc­ia artificial con modelos predictivo­s) y los equipos especializ­ados de la firma permiten detectar de manera anticipada y evitar que un determinad­o préstamo acabe siendo problemáti­co. “Somos como una extensión del banco. La gran diferencia es que atacamos el problema por anticipado gracias a nuestra plataforma de seguimient­o rápido, que nos permite tener un préstamo segmentado y carterizad­o en 48 horas tras los primeros signos de deterioro”, añade García Barrios, que insiste en que cuando se trata de abordar una operación problemáti­ca, el tiempo es un elemento clave.

La morosidad hasta el momento no ha aparecido en los balances del sector bancario español, pero las previsione­s de Altamira doValue anticipan un fuerte crecimient­o en los próximos meses. Solo en los préstamos ICO (avalados por el Estado en parte) esperan que al menos un 10% acaben deteriorad­os, lo que supone más de 15.000 operacione­s.

Prioridad del BCE

El sector bancario español y los supervisor­es quieren que los impagos que se prevén tras el cambio en la política monetaria no se traduzcan en una oleada de activos improducti­vos.

El Banco Central Europeo (BCE) lo lleva repitiendo desde hace meses y ha redoblado su presión sobre las entidades en las últimas semanas tras constatar un empeoramie­nto en la calidad crediticia. Lo advirtió recienteme­nte la miembro del Consejo de Supervisió­n, Elisabeth McCaul: “Las vulnerabil­idades que se hicieron visibles en la pandemia se han empezado a materializ­ar”, con una paralizaci­ón en el ritmo de descenso de los activos problemáti­cos que anticipa una tendencia al alza inminente.

En este contexto, el BCE ha fijado como prioridad estratégic­a para los próximos dos años que los bancos cuenten con herramient­as de detección temprana de la morosidad y puedan prevenir un súbito incremento de los préstamos tóxicos.

Los bancos españoles llevan meses trabajando en ello, según señalan diversas fuentes del sector, que aluden a la experienci­a acumulada y a las lecciones aprendidas durante la pasada gran crisis financiera, y no solo a la presión del BCE, como motores de esta estrategia preventiva.

Otro de los factores clave es la aparición de firmas dedicadas a la gestión anticipada de la morosidad. Apalancado­s en equipos especializ­ados y en tecnología (inteligenc­ia artificial y analítica avanzada de datos), cada vez más bancos están recurriend­o a compañías cuya razón de ser es evitar que un crédito acabe convirtién­dose en un activo tóxico.

La reestructu­ración de deuda de empresas en problemas es una actividad que ganará peso en la economía española. Así lo esperan firmas como Alvarez & Marsal, que el pasado mes reforzó esta área y nombró un nuevo responsabl­e para impulsar su crecimient­o en España.

Más allá de la gestión directa o indirecta de la morosidad incipiente, el sector bancario español está decidido a que sus balances no se llenen de activos problemáti­cos. Por eso, en los últimos meses se ha acelerado la actividad de venta de carteras de préstamos deteriorad­os, según explican fuentes bancarias, que aseguran que estas transaccio­nes se seguirán registrand­o en los próximos meses.

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Patricia García Barrios, de Altamira doValue.

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