La EBA teme no reclutar personal para vigilar las ‘criptos’
COMPETENCIA POR EL TALENTO/ José Manuel Campa, presidente del organismo, quiere estar listo para cuando entren en vigor las nuevas normas en 2025.
La EBA, uno de los principales reguladores encargados de supervisar la histórica apuesta de Europa por regular las criptomonedas, describe su capacidad para contratar personal especializado como una “gran preocupación”, lo que pone de manifiesto la inquietud sobre la habilidad de las autoridades para supervisar los mercados de activos digitales.
José Manuel Campa, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), explica que su organización también está preocupada por la logística de la planificación de sus nuevos poderes, ya que no sabrá qué monedas digitales tiene autoridad para supervisar hasta muy cerca de 2025, cuando deben entrar en vigor las nuevas regulaciones de las criptomonedas de Europa.
Campa señala que la retención del talento supone ya una “gran preocupación... sobre todo en las áreas de la tecnología, todo lo relacionado con las ‘criptos’, la digitalización [o la inteligencia artificial]. Esto tiene una gran demanda en toda la sociedad”.
La EBA fue creada tras la crisis financiera para garantizar que los bancos europeos tuvieran suficiente capital para capear futuras tormentas, y tiene la tarea de supervisar los tokens “significativos” que se utilizan ampliamente como medio de pago y los tokens populares vinculados a activos tradicionales en virtud de la Regulación de Mercados de Criptoactivos propuesta en Europa. Los comentarios del regulador ponen de manifiesto las dificultades que plantea intentar comprender la rápida evolución del sector de los activos digitales.
Bancos, fintech y consultoras han ofrecido paquetes muy atractivos para atraer a los expertos cuyas habilidades tienen una mayor demanda. La inflación récord en la eurozona también ha aumentado las exigencias salariales, ya que los empleados buscan paquetes que compensen el incremento del coste de la vida.
Los salarios de la EBA están alineados con los de la Comisión Europea, y Campa señala que dar carta blanca al regulador en materia salarial “no entra en el rango de las posibles discusiones” entre la EBA y la Comisión.
Campa explica que a la EBA también le preocupa que, a diferencia de la supervisión bancaria, el conjunto de entidades que tendrá que supervisar no está definido y podría cambiarse a última hora. “Así que no sé exactamente a qué me enfrentaría dentro de dos años”, dice.
El regulador sostiene que la naturaleza “muy dinámica” del sector ‘cripto’ hace que la regulación “naturalmente tienda a ir por detrás de la curva”. Campa reconoce que en tres años las ‘criptos’ pueden haberse “movido y transformado en otros usos que no puedo anticipar”.
Aun así, no le preocupa el riesgo de reputación si la EBA se equivoca en un sector apodado el “salvaje oeste” de las finanzas por Gary Gensler, el presidente de la Comisión de Valores de Estados Unidos.
“Mi preocupación es más bien asegurar que el riesgo que hemos identificado... [en el mercado de las criptomonedas] se gestione adecuadamente. Si no lo hacemos tan bien como deberíamos, tendremos que vivir con las consecuencias”, señala.
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