El difícil camino de los Presupuestos Generales del Estado para 2023
El Gobierno ha iniciado esta semana el difícil camino de los Presupuestos Generales del Estado para 2023 con la aprobación del techo de gasto al que obliga la Unión Europea. Un documento que incluye las previsiones macroeconómicas para el próximo ejercicio, en las que se han visto obligados a rebajar la estimación de crecimiento del PIB del 3,5% al 2,7%, todavía por encima de los cálculos hechos el martes por el FMI, que lo situaba en el 2%.
El tope de gastos fijados por el Ejecutivo se sitúa la cifra récord de 198.221 millones de euros, un 1,1% superior al techo establecido para el actual ejercicio. Algo esperado, teniendo en cuenta que 2023 será un año electoral y que la nueva estrategia de Pedro Sánchez es mantener la política social, incluso aumentarla, según se desprende del giro a la izquierda enunciado en el debate sobre el estado de la nación.
Entre los anuncios de la semana, cabe destacar la confirmación de que las pensiones se actualizarán con el Índice de Precios de Consumo, por lo que el Gobierno ha tenido que aprobar una transferencia de 20.000 millones de euros para hacer frente al fuerte aumento de estos subsidios; no hay que olvidar que la inflación se situará en torno al 7,8% a final de este año. Ante las peticiones de algunos expertos e instituciones, incluido el Banco de España, de incluir el incremento de las pensiones en el pacto de rentas que se negociará en breve, el Ejecutivo ha decidido excluirlos (no así a los funcionarios públicos). Según la Airef, estos 20.000 millones serán insuficientes para hacer frente a estos pagos.
El número de pensionistas en España ascendía 8.990.596 personas en diciembre de 2021, cifra que se situará por encima de los 10 millones al acabar este año. Un caladero de votos al que los socialistas no quieren renunciar para un año en que se juegan la permanencia en el poder en seis comunidades autónomas, cientos de ayuntamientos y el propio Gobierno central. Hay que reconocer que la actualización de las pensiones con el IPC quedó establecida en los Pactos de Toledo; pero eran otros tiempos, con los precios prácticamente estabilizados.
La buena noticia es que el paro seguirá cayendo, hasta situarse en el 12% al finalizar el próximo año, y que déficit y la deuda pública se moderarán por la subida de la recaudación fiscal. El déficit podría acabar el año en torno al 5% del PIB y seguir reduciéndose hasta el 3,9 en 2023, mientras que la deuda pública se situará en el 115,2% del PIB en 2022 y el 112,4 el próximo año. Un enorme alivio con vistas a la defensa de la cuentas públicas ante la UE. No hay que descartar que los llamados “países frugales” europeos, encabezados por Alemania, presionen para que se inicie ya el próximo año un proceso de estabilidad fiscal en la Unión.
Otra buena noticia es que la Cumbre de Ministros de Medio Ambiente aceptara el martes en Bruselas la excepción planteada por España para el plan de ahorro de gas frente al “chantaje” de la Rusia de Vladimir Putin. Un tanto importante para la vicepresidenta tercera de España, Teresa Ribera, que se había opuesto al 15% aprobado inicialmente por la UE; para España podría ser del 7%. Con ello, las empresas españolas no se verán obligadas a acometer recortes drásticos en su consumo de gas que podrían afectar al crecimiento económico del país.
Con todas estos datos, el Gobierno inicia el duro camino para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio, en el que se encontrarán con una importante oposición, no sólo de los partidos a su derecha, sino también de sus propios socios de Gobierno y de investidura. El aumento de los gastos de Defensa, a los que se comprometió Sánchez en la reciente Cumbre de la OTAN, no cuentan con el apoyo de Unidas Podemos ni de los partidos nacionalistas e independentistas, según lo han hecho saber una y otra vez durante las últimas semanas.
El Ejecutivo prepara estos días el texto definitivo en el que tendrá que hacer importantes concesiones a la formación morada, a ERC, al PNV y a EH Bildu para sacar adelante el proyecto. En UP señalan que la única forma de aceptar el aumento del gasto en Defensa será aprobando un reforma fiscal realmente progresiva y un aumento de las dotaciones para el escudo social. Por su parte, los grupos nacionalistas e independentistas aprovecharán la ocasión para seguir aumentado sus competencias, así como un crecimiento importante de inversiones en sus regiones.
Ayer mismo se produjo una nueva reunión de la Mesa de Diálogo entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña, la tercera, en la que Pedro Sánchez asumió la política lingüística del independentismo y algunas otra peticiones que todavía no se han hecho públicas. Lo que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, calificó con “agenda oculta” de esas reuniones, seguro que formarán parte de las contraprestaciones de La Moncloa para obtener el voto a favor de los Presupuestos.
En el debate de los Presupuestos para este año, ya se puso de manifiesto la creciente debilidad del Gobierno de coalición para sacar adelante la Ley más importante del año. En esta ocasión, a los planteamientos ideológicos de los diferentes partidos se une la incertidumbre por los efectos de la guerra en Ucrania sobre las economía de toda Europa. En la rebaja de las estimaciones de crecimiento para 2023 realizada esta semana por el FMI, Estados Unidos, Alemania y España han sido los más perjudicados.