Criptomonedas, un activo pernicioso
En términos porcentuales, el crash de las criptomonedas de 2018 fue peor que el actual. La diferencia es que en 2018 el mercado perdió unos 700.000 millones de dólares desde su máximo, pero en lo que va de año ha caído más de 1,2 billones de dólares, según el sitio web CoinGecko. A esta cifra hay que añadir los millones de dólares robados por los delincuentes. Esta semana Solana y Nomad han sido objetivo de los hackers.
Para las tecnológicas que invierten en criptomonedas, mantener reservas en activos volátiles es cada vez más insostenible. La diversificación no justifica las fuertes pérdidas.
El caso del fabricante de software MicroStrategy es un ejemplo. En el segundo trimestre del año sus inversiones en bitcoins le reportaron unas pérdidas de casi 1.000 millones de dólares. En junio todavía tenía invertidos casi 2.000 millones, que constituían la mayor parte de sus reservas. Su consejero delegado Michael Saylor ha dimitido, pero ha declarado que en su nueva función como presidente ejecutivo se dedicará a adquirir bitcoins. Esto significa que la transformación de MicroStrategy en un vehículo de inversión en criptomonedas ha sido casi completa. El valor de sus bitcoins equivale ahora a más de la mitad de su capitalización bursátil, frente a un tercio a principios de 2021.
Elon Musk defendía mantener los activos digitales incluso cuando los precios bajan, pero ha vendido la mayor parte de sus 1.500 millones de dólares en bitcoins, alegando que Tesla necesita dinero por los problemas de la cadena de suministro. Pero también ha señalado que su opinión positiva sobre los activos digitales no ha cambiado. Al haber evitado lo peor de la caída, Tesla sólo ha perdido 106 millones de dólares por la venta.
Puede que lo peor haya pasado. Pero la locura de que las empresas almacenen su dinero en activos digitales inestables no debería repetirse.