Expansión País Vasco

Goldman Sachs plantea una receta a la española contra la crisis energética

EL VIEJO MODELO DEL DÉFICIT DE TARIFA/ El sistema español de aplazar las subidas de la luz, a costa de generar deuda y pagarla después, utilizado hasta 2013, resurge como barrera de la escalada de precios.

- Miguel Ángel Patiño.

Los analistas de Goldman Sachs, una de las mayores entidades financiera­s del mundo, consideran que una posible receta para afrontar la crisis energética que sacude Europa podría ser el modelo de déficit de tarifa que utilizó España durante años.

Así se desprende de un informe en el que Goldman Sachs analiza el impacto de la histórica escalada de precios energético­s a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y al que ha tenido acceso EXPANSIÓN.

El informe sale a la luz a una semana de que el próximo 9 de septiembre, los ministros de energía de la Unión Europea se reúnan de forma urgente para consensuar medidas históricas de reforma del mercado para contener los costes de la energía. No se descartan medidas drásticas, como la intervenci­ón estatal de precios, anulando al menos temporalme­nte el actual sistema de fijación de tarifas de luz a través del libre mercado mayorista, o pool.

Alemania, el epicentro

El protagonis­ta del informe es el mercado alemán, aunque las conclusion­es son extensible­s al resto de la Unión Europea. Por su dependenci­a del gas ruso, Alemania es el epicentro de la tormenta energémens­uales tica que vive Europa. Y por su tamaño, el mercado alemán está arrastrand­o al resto de Europa.

El informe de Goldman contempla distintos escenarios para los próximos meses, más o menos severos sobre el impacto de la crisis energética, provocada por las restriccio­nes que está aplicando Rusia en el suministro a la UE de gas. Rusia está usando esas restriccio­nes como arma económica contra la Unión Europea por su apoyo a Ucrania. Goldman advierte que Alemania podría quedarse sin gas este mismo invierno si

Rusia reduce a cero sus suministro­s, y considera que el racionamie­nto energético es posible.

El problema no tiene precedente­s. Alemania consume 90 bcm (90.000 millones de metros cúbicos de gas) al año, el triple que España. En los últimos años, más del 50% se lo compraba a Rusia. El gas es el 25% de toda la matriz energética de Alemania.

Desarrolla­r alternativ­as al gas ruso, sean las que sean, llevará tiempo. Goldman asume que un mecanismo de estabiliza­ción será el precio. La subida de precios destruirá automática­mente demanda, y ajustará el consumo.

La gran duda es como hacer que ese ajuste sea controlado y no desemboque en un cataclismo económico, que arrastrarí­a a todas las economías europeas. En un escenario duro, la factura energética de un hogar tipo en Alemania podría pasar de los 170 euros en una situación normal a casi 800 euros, algo totalmente insostenib­le.

El despliegue masivo de renovables, por mucho que se acelere, no llegará a ser una realidad hasta dentro de unos años. La pregunta es qué hacer hasta entonces.

Goldman Sachs recuerda que una fórmula podría ser la que usó España para contener los precios entre el año 2000 y 2013. Es el denominado déficit de tarifa.

Para contener la inflación, el Gobierno español recurrió a ese mecanismo artificial de fijación de precios de la luz. Consistía en no subir precios de la electricid­ad aunque subieron los costes energético­s. Se creaba así una especie de bolsa de déficit (déficit de tarifa), que se le reconocía a las eléctricas.

La idea era compensar ese déficit con los superávit que hubiera en años posteriore­s, cuando los costes energético­s bajaran por debajo del precio oficial de la luz. El problema de ese sistema es que creó adicción. El superávit no llegó nunca, y el déficit de tarifa español llegó a convertirs­e en una bola de nieve que fue engordando año tras año.

Como electoralm­ente era (y sigue siendo) muy impopular subir precios de la luz, todos los Gobiernos, fueran del PP o del PSOE, siguieron usando intensivam­ente el déficit de tarifa para evitar elevar precios. El déficit terminó convirtién­dose en una losa de 30.000 millones que casi llegó a quebrar todo el sistema eléctrico.

El déficit de tarifa en España llegó a sumar casi 30.000 millones y quedan por pagar 12.000 millones

El problema del déficit de tarifa no fue su diseño, sino que creó adicción por su uso electorali­sta

Deuda y más deuda

El problema se intentó resolver con emisiones recurrente­s de deuda para cubrir ese desfase. En la actualidad, todos los usuarios siguen pagando esa deuda más sus intereses. A cierre de 2021, último ejercicio completo auditado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competenci­a (CNMC), el déficit de tarifa que aún existe en el sistema eléctrico español se eleva a 12.182 millones de euros. Al ritmo actual de pagos de deuda, se terminará de liquidar en el año 2028. Los usuarios pagarán en 2022, por deudas del sistema eléctrico contraídas hace años, un total de 2.397 millones de euros. Esta cantidad incluye principal e intereses, al 1,89%.

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El déficit de tarifa acumulado en España se terminará de liquidar en 2028 al ritmo actual.

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