Ningún colegio de Cataluña aplicará el 25% de castellano este curso
DECISIÓN DE LA GENERALITAT/ La consejería de Educación, controlada por ERC, no cumplirá la sentencia sobre bilingüismo y se compromete a defender el catalán en las aulas “con más firmeza que nunca”.
El curso escolar arrancará la próxima semana en Cataluña sin ninguna novedad en relación al modelo lingüístico, pese a que una reciente sentencia judicial obliga a que el 25% de la enseñanza sea en castellano en todos los centros.
“Hoy, 1 de septiembre, les puedo afirmar que, a partir del día 5 en las escuelas y del día 7 en los institutos, ningún aula aplicará el porcentaje de aprendizaje de lenguas”, proclamó ayer el consejero de Educación, Josep GonzálezCambray (ERC), en la rueda de prensa para explicar el arranque del nuevo año académico.
De esta forma, GonzálezCambray evidenció con nitidez que no piensa dar cumplimiento a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que, estableció la cuota del 25%. Para alcanzar este porcentaje, estableció que además de lengua y literatura castellanas, otra asignatura troncal –como ciencias naturales o sociales– debía impartirse en este idioma.
Pese a lo que dice el fallo, la misiva que la Generalitat ha enviado a los directores de todos los centros educativos públicos y concertados no habla de ningún porcentaje y además, deja en sus manos la aplicación de la decisión judicial.
Por esta razón, la Asamblea para una Escuela Bilingüe (AEB) cargó duramente contra el consejero de Educación.
Según la AEB, el Govern se ha esperado a anunciar su decisión a que concluyese el plazo que tenía el Gobierno central para recurrir la reforma de la ley catalana de educación ante el Tribunal Constitucional (TSC). En cualquier caso, era una decisión que parecía muy poco probable, ya que el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos necesita los votos de ERC en el Congreso.
González-Cambray también aseguró ayer que la Consejería de Educación velará para que su criterio lingüístico se aplique “dentro de las aulas” y en todos los centros “sostenidos por fondos públicos”, lo que incluye también a los concertados. El consejero se comprometió a defender el catalán “con más firmeza que nunca”, y proclamó que su objetivo es “incrementar” su presencia.
Varias sentencias
El 25% de castellano tiene un largo recorrido judicial. En primer lugar, el TSJC la estableció para 20 centros en los que las familias habían pedido esta medida y habían obtenido sentencias favorables. Posteriormente, un nuevo fallo extendió la cuota a todo el alumnado. Desde entonces, la Generalitat ha recorrido un complejo camino judicial y legal para obstaculizar su aplicación. A los recursos, se suma una reciente modificación legislativa. En primavera, los dos partidos del Govern –ERC y Junts–, el PSC y los comunes anunciaron un acuerdo para reformar la ley autonómica de educación.
Tras los cambios, el catalán tiene en las aulas la consideración de “lengua vehicular”, mientras que el castellano es “lengua curricular”. De esta forma, el Parlament intentó blindar el modelo vigente pese al auto del TJSC.
En un principio, Junts firmó el acuerdo, pero al final acabó descolgándose. La interpretación que dieron el resto de partidos políticos que suscribieron la legislativa fue muy distinta.
Esquerra Republicana aseguró que se blindaba el modelo de inmersión cien por cien en lengua catalana, mientras que el PSC dijo que por primera vez, una ley autonómica reconocía el carácter vehicular del castellano en las escuelas catalanas. El partido que lidera el exministro Salvador Illa también se ufanó por haber conseguido que, en una votación relevante, se evidenciase la desunión del bloque independentista. Sin embargo, González-Cambray evidenció ayer con sus declaraciones que no tiene ninguna intención de aplicar este apartado.
Acuerdo con los docentes
Por otra parte, la Generalitat se comprometió ayer a contratar 3.500 docentes después de que los siete sindicatos de docentes desconvocasen las dos convocatorias de huelga para los días 7 y 28 de septiembre. Los sindicatos prometieron un curso “ingobernable” si el Govern no daba cumplimiento a sus reivindicaciones tras organizar nueve jornadas de paro entre marzo y junio. La principal novedad del curso en Cataluña es que por primera vez, las clases arrancarán en la primera semana de septiembre. Otra polémica se da en los ciclos de Formación Profesional, ya que miles de alumnos aún no tienen la plaza asignada pese a que las clases están a punto de arrancar.
De nuevo, serán las escuelas e institutos los que deberán determinar cómo cumplir el fallo