“Nosotros no tenemos beneficios extra; que miren a los ‘traders’”
REACCIÓN DE ENEL Y ENDESA A LOS ‘WINDFALL PROFITS’/ Starace confiesa “no estar en contra” del impuesto que prepara España porque le afecta poco, como en Italia.
“Las medidas del Gobierno español han sido pioneras y de alguna forma están funcionando”, explica Francesco Starace cuando se le pregunta por algunas decisiones como la de topar el precio del gas que se usa para las centrales eléctricas, la denominada excepción ibérica.
En todo caso, no son “resolutorias” de todo el problema, que requiera de una proyección más estructural. En la práctica, no hay “mucha diferencia” entre los precios mayoristas de la luz en España y Portugal, donde se está aplicando la excepción ibérica,y otros mercados.
Igual de nítido es Starace con respecto a otra de las medidas estrella anunciada por el Gobierno español, y que está por llegar: un nuevo impuesto a las energéticas por los supuestos beneficios extra (windfall profits según el argot del sector) por la escalada de precios de la luz, el gas y los carburantes. Ese impuesto se extenderá también a la banca, y en parte el Gobierno ha emulado movimientos equivalentes realizados por el Gobierno de Italia en este país.
Enel y Endesa
De esta manera, Enel se vería doblemente afectada, en Italia, por su matriz, y en España por controlar Endesa, la primera eléctrica por clientes en el mercado español.
Para sorpresa de muchos, Starace explica que “no estamos en contra de medidas como un impuesto a los windfall profits”. Por una sencilla razón: “Porque nosotros no tenemos windfall profits”.
“Algunos analistas dicen que sí, pero hay mucho desconocimiento. En Italia se puso una tasa a los windfall profits y Enel apenas va a pagar 70 millones de euros”. Es mucho menos de lo que calculaban algunos expertos. Y ni siquiera se ha liquidado todo por ahora. “De momento se han pagado cincuenta millones y quedan por pagar otros veinte millones de euros”.
“La clave para entender que no tenemos beneficios extra, ni en Italia ni en España, es que nosotros vendemos el grueso de la energía a futuro, no en el mercado spot, del día a día”, donde “sí venden otros de forma más relevante”.
“En nuestro caso, el spot es testimonial”. En realidad, “la electricidad que producimos hoy es la que vendimos a futuro hace dos años, con los precios de entonces, antes de la escalada de precios actual”.
“La que vendamos hoy será la que produciremos en los próximos dos años, pero ya se descuentan las oscilaciones de costes”, explica Starace. E insiste: “No hay windfall profits”.
‘Traders’ e importadores
“Yo no sé quien está teniendo beneficios extra; yo solo sé que el grupo Enel en su conjunto no los está teniendo”. Alguien sí que los está teniendo, pero no nosotros. Igual hay que mirar a los traders (intermediarios) y a los importadores de gas, que compran al precio de los suministros y venden a lo que marcan los mercados mayoristas”, comenta.
Endesa mantiene objetivos
Independientemente del impacto final del impuesto que tenga que asumir Endesa, y de la volatilidad del mercado actual, este grupo, “mantiene los objetivos que se había fijado para finales de año”. Endesa ya ratificó el pasado mes de julio, en la presentación de resultados del primer semestre de 2022, sus objetivos financieros para este ejercicio.
En concreto, se propone alcanzar un resultado bruto operativo (ebitda) de 4.100 millones de euros y un resultado ordinario neto de 1.800 millones de euros. Endesa ya ha recorrido gran parte del camino. Obtuvo un beneficio neto de 916 millones en el primer semestre, un incremento del 10,1%, impulsado por los extraordinarios de la venta de su negocio de movilidad eléctrica a su matriz Enel.
Sin incluir estos extraordinarios, el beneficio neto ordinario, que es el que sirve de base para el reparto del dividendo de la eléctrica, cayó un 11,8% a junio respecto al año anterior, hasta los 734 millones de euros.
Para Starace, más que medidas fiscales coyunturales, lo que se debería hacer es abordar una política en la UE con visión al largo plazo. Y ahí deben jugar un papel clave las interconexiones.
“Una de las apuestas debe ser crear más interconexiones entre países de la UE, tanto de gas como de electricidad”. En este sentido, “la búsqueda de eficiencias siempre es lo mejor”, dice el primer ejecutivo de Enel.
“El proyecto de gasoducto entre España e Italia no es una quimera”, comenta. Ni tampoco lo es “entre Francia y España”. Entre Italia y Francia de hecho, se ha creado también interconexión”, insiste. “Lo importante”, afirma, “siempre es la búsqueda de la eficiencia energética y la seguridad de suministro”.
En julio, Enagás (el grupo que gestiona los gasoductos en España) sorprendió al mercado al anunciar como una de sus nuevas prioridades estratégicas la construcción de un gasoducto entre España e Italia atravesando el Mediterráneo, como el que conecta ahora España con Argelia (Medgaz). De llevarse a cabo, ese gasoducto supondría inversiones de 1.500 millones de euros hasta 2030. Se construya o no, pone de relieve la iniciativa de los países del Sur de Europa.
“La actual crisis ha demostrado que los denominados países del Sur han hecho los deberes en cuanto a diversificación energética. Basta mirar cómo están algunas de las empresas energéticas grandes de otros países. Algunas han tenido que ser rescatadas con dinero por el Estado”, dice Starace.
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Los países del Sur hemos hecho los deberes y construir un gasoducto España-Italia por mar no es una quimera”
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No tenemos beneficios extra porque la luz que producimos ahora la vendimos ya antes de la escalada de precios”