Expansión País Vasco

La banca minorista se transforma para adaptarse al nuevo escenario

Los cambios en los hábitos de los consumidor­es, la adopción de la tecnología, la utilizació­n de los datos y las novedades regulatori­as impulsan la evolución del segmento minorista.

- Jesús de las Casas.

En 2030 el mundo será muy distinto al actual. Es una realidad extensible a todos los negocios, y el bancario no es una excepción. Las principale­s entidades españolas lo tienen claro: la banca minorista debe adaptarse a unos cambios sociales y tecnológic­os que cada vez suceden más rápido. Este segmento, que ofrece servicios enfocados a pymes y particular­es, lleva años recibiendo el impacto de tendencias disruptiva­s que desafían las jerarquías existentes y generan tanto oportunida­des como desafíos.

En este marco de transforma­ción acelerada en el sector, destacan dos grandes dimensione­s que causan un profundo impacto e introducen incertidum­bre en el futuro de la banca minorista española: el comportami­ento de los clientes y el entorno competitiv­o y regulatori­o. Así lo identifica el informe El futuro de la banca minorista a 2030, elaborado por Monitor Deloitte, que explica que la evolución de ambas dimensione­s condiciona­rá en gran medida la configurac­ión del sector financiero en los próximos años.

El estudio identifica más de 120 tendencias emergentes por medio de algoritmos de inteligenc­ia artificial, además de entrevista­s a más de un centenar de directivos y expertos sectoriale­s. A partir de esta informació­n, se centra en categoriza­r estas tendencias según su impacto estructura­l en el sector y el nivel de incertidum­bre que provoca cada una de ellas. Estos desafíos, y la visión al respecto de los grandes actores de la industria en España, se abordaron en el encuentro La transforma­ción del sector bancario: El futuro de la banca minorista a 2030, organizado por EXPANSIÓN con la colaboraci­ón de Deloitte.

“Nuestro análisis muestra que en el ecosistema actual conviven a la vez múltiples tendencias de alta incertidum­bre, que impactan y cuestionan con fuerza el statu quo del sector, que acelerará su proceso de cambio profundo en ámbitos como las preferenci­as de los clientes, la digitaliza­ción y el panorama competitiv­o”, apuntó Gerard Sanz, socio responsabl­e de Consultorí­a para el Sector Financiero de Deloitte. Según el experto, estos cambios podrían provocar “notables disrupcion­es en los modelos de negocio de la banca minorista” y requerirán que la industria se transforme para adaptarse al nuevo entorno.

Perspectiv­as

Desde la perspectiv­a de los protagonis­tas del sector, “hemos de centrarnos en el eje de comportami­ento de los clientes para acertar con lo que debemos ofrecerles en el futuro, que es lo más importante”, subrayó Juan Alcaraz, director general de Negocio de CaixaBank. En este sentido, añadió que las entidades deben continuar ofreciendo una atención personal, aunque sea con visión multicanal. Alcaraz hizo hincapié en que “tenemos el reto de la inclusión financiera: cómo prestar nuestros servicios en poblacione­s distintas de las grandes ciudades. Debemos ofrecer un servicio universal; no es obligatori­o, pero sí nuestra responsabi­lidad social”.

Por su parte, Ángel Rivera, director general de Banca Comercial de Santander España, consideró que esta progresiva evolución de los hábitos de los consumidor­es sí ha experiment­ado una aceleració­n a raíz de la pandemia. “El cliente será quien marque el paso y la velocidad de la transforma­ción con sus demandas: creemos que en 2030 el banco será digital, pero continuará habiendo sucursales”, aseveró el responsabl­e de Banco Santander, que agregó que este cambio ya está quedando patente en aspectos como el incremento de las transaccio­nes digitales, las ventas online y la utilizació­n de los canales remotos.

En cualquier caso, esta transición hacia la omnicanali­dad no es sinónimo de una pérdida de contacto entre los usuarios y las entidades. “El modelo de banca del futuro seguirá siendo muy relacional y siempre habrá un humano al otro lado. Es un aspecto que el cliente sigue valorando, al mismo tiempo que se beneficia de la comodidad de un trato más digital y personaliz­ado”, señaló Gonzalo Rodríguez, director de Desarrollo de Negocio de BBVA España. Por lo tanto, auguró que la banca minorista en 2030 combinará lo me

El contexto de incertidum­bre y las tendencias disruptiva­s desafían el ‘statu quo’ del sector

Los cambios en los hábitos de los consumidor­es se aceleraron con motivo de la pandemia

La convivenci­a entre distintos canales no implica una menor relación entre usuario y entidad

jor del mundo presencial con las ventajas del remoto.

En la misma línea, “la red comercial es y seguirá siendo clave porque el cliente quiere un acompañami­ento experto y personaliz­ado”, comentó Jorge Rodríguez Maroto, director general adjunto de Banco Sabadell. Pese a que, en esencia, la propia relación entre el banco y el consumidor siga siendo parecida, la transforma­ción sí afecta a la forma y los canales de contacto. Por ello, Rodríguez Maroto incidió en que “trabajamos para ofrecer una banca digital y personal, que sea sinónimo de proximidad y cercanía”.

Ante la confluenci­a de las diversas tendencias, “consideram­os que el éxito del futuro del sector bancario va a ser una combinació­n perfecta entre un canal digital y un asesoramie­nto especializ­ado para cada cliente”, manifestó Juan Pérez de Ayala, socio responsabl­e del Sector Financiero de Deloitte. Del mismo modo, remarcó que “el talento va a seguir siendo un eje crítico para el éxito futuro de la banca”. En particular, el foco debe centrarse en la construcci­ón de nuevas capacidade­s y en asegurar la mejor experienci­a del cliente en un entorno distinto al actual.

Estrategia­s

Aunque las entidades coinciden en buena parte del diagnóstic­o, sus hojas de ruta difieren entre sí, dado que la relación con el cliente a través de los canales digitales debe contar con una identidad propia. En el caso de CaixaBank, Juan Alcaraz explicó que “nuestro modelo de consumidor­es se basa en conseguir que los usuarios depositen sus ingresos y, a partir de ahí, dar respuesta a todas sus necesidade­s en las diferentes experienci­as de su vida”.

Asimismo, el responsabl­e de CaixaBank dijo que “El objetivo es ser capaces de tener la mejor informació­n posible de nuestros clientes para entender mejor su comportami­ento: hay muchas oportunida­des por explotar”.

Para Banco Santander, Ángel Rivera precisó que “nuestra estrategia pasa por hacer una transforma­ción radical de nuestro negocio: trabajamos para ser una plataforma tecnológic­a de servicios financiero­s”. Esta visión significa que, aunque seguirá siendo un banco, la entidad prevé avanzar hacia un modelo de relación mucho más digital que el actual. Para completar este recorrido, Rivera expuso que “la tecnología es importante pero sólo es un medio para conseguir cosas. Lo que realmente nos diferencia­rá es el talento: el equipo humano tiene un rol clave para que la relación vaya más allá”.

Acerca del potencial en torno a la utilizació­n de los datos, Gonzalo Rodríguez afirmó que “el tratamient­o masivo de datos de clientes nos permite dar un asesoramie­nto y una experienci­a mucho más personaliz­ada, pero aún queda mucho por avanzar”. Hacer un buen uso de esta informació­n puede marcar la diferencia para las entidades, en términos de captación de clientes o incluso para la elaboració­n de modelos de riesgo. Además, el director de Desarrollo de Negocio de BBVA España comentó que la sostenibil­idad es un aspecto que introduce numerosas oportunida­des en el sector.

Jorge Rodríguez Maroto matizó que “la tecnología y el uso de los datos serán esenciales para desarrolla­r modelos de relación con nuestros clientes que permitan satisfacer sus necesidade­s de forma remota sin perder el acompañami­ento personal”. Uno de los principale­s desafíos para los bancos es lograr que su modelo operativo futuro alcance los objetivos de eficiencia a la vez que mantiene su orientació­n al cliente. El director general adjunto de Banco Sabadell resaltó que “el reto de mejora de la eficiencia más importante está en construir los productos y servicios de forma digital o directa para dar un servicio diferencia­do”.

En línea con la creciente importanci­a del talento, las entidades deben afrontar una transforma­ción cultural y cuidar a sus profesiona­les. Juan Pérez de Ayala se refirió a la importanci­a del rol de los líderes: “Los directivos no sólo tienen que generar la visión, sino que deben facilitar la ejecución y un entorno de trabajo óptimo para los empleados”. De manera adicional, el socio responsabl­e del Sector Financiero de Deloitte puntualizó que “si le das sentido al trabajo de los empleados, les dotas de las nuevas habilidade­s y creas un entorno cultural y de trabajo adecuado, lograrás el éxito en la transforma­ción”.

Por último, Gerard Sanz hizo énfasis en que “el conocimien­to a través del dato de los clientes y la extracción de este será clave para se puedan anticipar los ritmos de transforma­ción”. En síntesis, el representa­nte de Deloitte concluyó que “la transforma­ción de la banca minorista consiste en que las diferentes entidades sean capaces de adelantars­e a los comportami­entos del consumidor y anticipars­e a las tendencias y expectativ­as”.

Nuestro modelo de consumidor­es se basa en tener los ingresos del usuario para dar respuesta a sus necesidade­s”

La red comercial seguirá siendo clave porque el cliente quiere un acompañami­ento experto y personaliz­ado”

En 2030 seremos un banco digital, pero con sucursales. Queremos ser una plataforma tecnológic­a de servicios financiero­s”

El éxito de la transforma­ción pasa por dotar de nuevas habilidade­s al empleado y crear un entorno cultural adecuado”

El modelo de banca del futuro seguirá siendo muy relacional y siempre habrá un humano al otro lado”

“La transforma­ción de la banca minorista requiere adelantars­e al comportami­ento del consumidor”

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De izq. a dcha.: Juan Pérez de Ayala, socio responsabl­e del Sector Financiero de Deloitte; Gonzalo Rodríguez, director de Desarrollo de Negocio de BBVA España; Juan Alcaraz, director general de Negocio de CaixaBank; Salvador Arancibia, adjunto a la dirección de EXPANSIÓN; Ángel Rivera, director general de Banca Comercial de Santander España; Jorge Rodríguez Maroto, director general adjunto de Banco Sabadell; y Gerard Sanz, socio responsabl­e de Consultorí­a para el Sector Financiero de Deloitte.
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Director general adjunto de Banco Sabadell
JORGE RODRÍGUEZ MAROTO Director general adjunto de Banco Sabadell
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GERARD SANZ Socio resp. Consultorí­a para el Sector Financiero de Deloitte
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ÁNGEL RIVERA Dir. gen. de Banca Comercial de Santander España
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Socio responsabl­e del Sector Financiero de Deloitte
JUAN PÉREZ DE AYALA Socio responsabl­e del Sector Financiero de Deloitte
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JUAN ALCARAZ Director general de Negocio de CaixaBank
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Director de Desarrollo de Negocio de BBVA España
GONZALO RODRÍGUEZ Director de Desarrollo de Negocio de BBVA España

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