La inflación presiona a la baja la demanda de viviendas
Con los costes de financiación al alza y una menor capacidad de pago de las familias por la inflación, el sector descuenta ya que la demanda de vivienda se frenará en los próximos meses, con el consiguiente efecto en el mercado promotor.
Mikel Echavarren, CEO de Colliers para España y Portugal, cree que la subida de las hipotecas es “casi una anécdota” en comparación con la disminución de la renta disponible que supone una inflación “desbocada”. “Entre los dos efectos el esfuerzo familiar de compra de una primera vivienda para una familia con sueldo medio supondrá incrementar en casi un 12% dicho índice, con lo que en muchos casos quedarán fuera del alcance objetivo de la banca”, señala.
La consultora prevé que se superen las 600.000 unidades en venta, incluyendo vivienda nueva y usada en 2022, y que en 2023 el volumen se reduzca en el entorno de un 15%.
Alejandro Campoy, director general de Savills, añade que la subida de tipos ha acelerado decisiones, ya que algunos compradores han adelantado compras “para evitar mayores tipos de interés en el futuro”. “Lo más probable es que durante la parte final del año veamos cierta desaceleración de las ventas como consecuencia del incremento de los costes hipotecarios”.
Campoy manifiesta, sin embargo, que la escasa oferta en el mercado de obra nueva, que únicamente representa el 10% de las ventas, es una clara protección para los promotores residenciales.
Richard Garey, socio de PwC, declara que el tema que realmente preocupa a las promotoras es el de los costes de construcción. “Recomendamos al sector promotor tomar las dos medidas necesarias en un entorno de inestabilidad; por un lado proteger el balance, dejando al lado inversiones demasiado arriesgadas y analizando muy bien su estructura financiera; y por otro lado, reforzando las capacidades de gestión para aprovechar las oportunidades que surjan”.