Las ciudades donde es más cara y más barata la cesta de la compra
DATOS DE LA OCU/ Ciudad Real y Granada son las capitales de provincia donde el coste de la vida es más asequible, mientras que Palma de Mallorca, Madrid, Barcelona y Huesca son las más onerosas.
Hacer la compra se ha convertido casi en una odisea en el último año. A la menor renta disponible por la fuerte subida de los precios de la electricidad, el gas, el combustible y otros servicios hay que sumar también la fuerte subida en los precios por parte de los supermercados. Según los datos publicados ayer por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los precios de una cesta de la compra media se han incrementado un 15,2% respecto al año anterior, casi cinco puntos por encima del dato de la inflación media que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que supone la mayor alza de precios de la alimentación y otros productos en los 34 años del estudio. Y, lo que es peor, el coste de lo que la OCU establece como una Cesta Económica se ha incrementado con todavía más fuerza, a un ritmo del 18,7% respecto a 2021. Sin embargo, hay grandes diferencias entre ciudades y entre distintos establecimientos dentro de la misma ciudad, ya que hacer la compra en Granada, Ciudad Real o Huelva resulta bastante más asequible que hacerlo en Palma de Mallorca, Madrid, Barcelona o Huesca. Y dentro de estas ciudades también hay grandes diferencias que pueden llevar a un incremento adicional muy significativo en el coste de la cesta de la compra.
El estudio, que analiza 239 productos en 1.180 establecimientos de las 66 principales ciudades españolas, incluyendo todas las capitales de provincia, concluye que el coste de la compra se ha disparado en el último año a un ritmo que multiplica por seis el avance de los salarios. En concreto, “la Cesta OCU saldrá por término medio en 5.568 euros anuales”, lo que supone el 19% del presupuesto en una familia media, de acuerdo con los datos que maneja el INE. Eso, junto con el incremento de las facturas de los suministros básicos y los precios de los carburantes supone un duro golpe para la renta disponible para el consumo de otro tipo de bienes y servicios más fácilmente prescindibles, como es el caso de los mue