La Nasa supera a Hollywood y logra desviar un meteorito
LA NAVE DART ALCANZA UN OBJETIVO A 11 MILLONES DE KILÓMETROS PARA APARTARLO DE SU RUTA, EN EL PRIMER ENSAYO DE LA TECNOLOGÍA PARA DEFENDER AL PLANETA DE FUTURAS AMENAZAS.
Un satélite de la Nasa impactó ayer contra un asteroide en una espectacular prueba de la tecnología que en el futuro podría desviar la trayectoria de un asteroide espacial para evitar una colisión catastrófica con la Tierra.
A medida que la sonda DART, de 600 kg, se acercaba a su objetivo, Dimorphos, a primera hora de la mañana, la cámara que lleva incorporada envió imágenes inéditas a un ritmo de una por segundo, hasta que las rocas se hicieron visibles en la superficie del asteroide.
Entonces llegó el momento del impacto, justo en el objetivo, a 23.000 kilómetros por hora, lo que puso fin a la transmisión de imágenes. Los científicos e ingenieros del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, en EEUU, estallaron en vítores y aplausos, abrazos y apretones de manos que normalmente se intercambian cuando una misión espacial resulta un éxito.
“Ahora entramos en una nueva era para la humanidad, en la que potencialmente tendremos la capacidad de protegernos del impacto de un asteroide peligroso”, sentenció Lori Glaze, responsable de ciencia planetaria de la NASA, tras la prueba.
“Comprobaremos lo eficaces que hemos sido en desviar el asteroide”, añadió Glaze. La colisión fue observada por LiciaCube, un pequeño satélite fabricado en Italia que había acompañado a DART en su viaje hacia Dimorphos a 11 millones de kilómetros de la Tierra. Se separó de su nave nodriza hace 15 días y pasó por delante del asteroide unos minutos después del impacto a una distancia segura de 55 kilómetros.
LiciaCube tardará más tiempo en transmitir sus imágenes a la Tierra para su análisis. Se espera que muestren no sólo el lugar del impacto, sino también la nube de polvo y gas resultante, que da a Dimorphos una cola temporal, similar a la de un cometa.
Pero serán los telescopios terrestres los que se encargarán de evaluar los efectos del impacto en las próximas semanas. Aunque el asteroide, de unos 160 metros de diámetro, está demasiado lejos de la Tierra para obtener imágenes en detalle, los telescopios podrán evaluar posteriormente en qué medida el impacto desvió su trayectoria.
La Nasa eligió este objetivo porque forma parte de un inusual asteroide doble. En lugar de orbitar alrededor del sol, como la mayoría de los asteroides, Dimorphos gira alrededor de un compañero más grande llamado Didymos, como una luna. Una desviación en esta órbita local es mucho más fácil de detectar que un cambio de órbita alrededor del sol.
Dimorphos tarda unas 12 horas en dar la vuelta a Didymos. Los cálculos previos sugieren que el impacto reducirá este tiempo entre 10 y 15 minutos.
La reducción real de su tiempo orbital ofrecerá información sobre la textura del asteroide: dura o blanda, compacta o desmenuzable. Según los astrónomos, no hay ninguna posibilidad de que el impacto empuje al asteroide hacia una trayectoria que amenace a nuestro planeta. En 2024, la Agencia Espacial Europea lanzará una sonda llamada Hera para realizar un estudio detallado del sistema de asteroides binarios tras el impacto en 2026.
La misión DART –o Prueba de Redirección de Asteroides Dobles, en inglés– fue el primer intento de la humanidad de alterar la trayectoria de un objeto natural en el espacio. “Lo hemos visto en películas como Armagedón, pero en la vida real hay mucho en juego”, explicó Bill Nelson, director de la Nasa.
Los estudios han convencido a los astrónomos de que en los próximos siglos no hay riesgo de que la Tierra se encuentre con algo tan grande como el asteroide de 10 km de ancho que chocó hace 66 millones de años y provocó la extinción de los dinosaurios.
Sin embargo, hay miles de “objetos cercanos a la Tierra” más pequeños que no han sido explorados y que podrían devastar vastas regiones del planeta.*
Los telescopios terrestres serán los encargados de evaluar los efectos del impacto
En lugar de orbitar alrededor del Sol, Dimorphos gira en torno a Didymos, como una luna