Orange y MásMóvil notifican su fusión a la Comisión Europea
Orange y MásMóvil han notificado a la Comisión Europea el acuerdo definitivo para crear una joint venture en el mercado español al 50%. La notificación, que se produjo el pasado viernes, abre, por tanto, el procedimiento para aprobar la integración de ambos grupos, que creará al líder del mercado por volumen de clientes, tanto en telefonía móvil (con 24,8 millones) como en el mercado de banda ancha fija (7,1 millones) en una operación con un valor conjunto de 18.617 millones de euros, mil millones menos que los 19.600 millones que se anunciaron inicialmente.
La sociedad conjunta alcanzará una facturación de 7.300 millones de euros, en su estimación para el conjunto del año 2022, en términos proforma (contando como si la fusión se hubiera cerrado a 1 de enero), con un ebitda estimado para el ejercicio de 2.200 millones. Para esta operación se ha otorgado un valor de 7.754 millones a Orange, es decir de 7,2 veces el ebitda previsto para 2022, así como un valor de 10.863 millones para MásMóvil, que corresponde a 8,7 veces el ebitda previsto para 2022.
Las dos compañías han anunciado que la fusión generará unos ahorros y sinergias de 450 millones de euros anuales a partir del cuarto año de la integración que procederán, sobre todo, de los costes de operar y mantener las redes. Esta partida supondrá 230 millones de 450 millones totales. Y la red móvil será la responsable de más de la mitad de estos ahorros por infraestructura, al suponer sinergias
La obligación más dura consistiría en vender la red móvil de 6.000 antenas de MásMóvil
de 135 millones, debido, previsiblemente, a la venta o achatarramiento de la red móvil de MásMóvil, mucho más pequeña que la de Orange, ya que tiene unos 6.000 emplazamientos, frente a los más de 18.000 de Orange.
Condiciones
Tras la notificación, los servicios de Competencia de Bruselas deberán dar el visto bueno a la operación, para lo que, previsiblemente, impondrán condiciones o remedios (remedies en la jerga comunitaria) para restaurar, en parte, los niveles perdidos por la integración.
Aunque Orange y MásMóvil defienden que no hay reducción competitiva, es previsible que se impongan condiciones estructurales que pueden abarcar desde la venta de la red móvil de MásMóvil –que sería una obligación “dura”– a obligarles a ofrecer un acuerdo mayorista a bajo precio para la entrada de terceros. Si se vende la red y las frecuencias, no será necesario devolver frecuencias o venderlas, pero si no se obliga a la venta de la red, se deberá reducir el volumen de frecuencias porque superan el máximo legal por operador. También se podría decretar una venta de parte o la totalidad de las redes de fibra FTTH de MásMóvil, que ascienden a unos 2 millones de hogares pasados.