Todagres enfila su cierre por el alza del coste energético
INDUSTRIA AZULEJERA/ La empresa plantea un ERE para sus 177 trabajadores por su “inviabilidad operativa y económica”.
La fuerte subida de costes, especialmente los energéticos, que está afectando seriamente a todo el sector azulejero, se cobra su primera víctima relevante. Todagres, una empresa dedicada a la fabricación de porcelánico técnico, enmarcada en el clúster azulejero castellonense, está abocada al cierre.
La compañía tiene su centro de producción en Villarreal (Castellón) y emplea a 177 trabajadores, según se refleja en su última memoria. El lunes, la dirección comunicó a los trabajadores la intención de convocar un periodo de consultas para realizar un expediente de regulación de empleo (ERE). Está previsto que la primera reunión formal se celebre el 11 de octubre.
Todagres pertenece desde hace trece años al grupo murciano Fuertes, cuyo buque insignia es la alimentación, con la marca El Pozo.
Desde Grupo Fuertes no confirman claramente que se vaya a cerrar la empresa, pero afirman que “la decisión adoptada responde a la situación actual y al complicado escenario de la empresa, derivado de su inviabilidad a nivel operativo y económico a lo largo de los años”.
Todagres es una de las fábricas con mayor trayectoria en el clúster azulejero de la provincia de Castellón, con más de cincuenta años de historia. La crisis de los costes pone la puntilla a una compañía que arrastraba pérdidas desde hace más de una década, y que ha recibido sucesivas ampliaciones de capital por parte del Grupo Fuertes.
En el último ejercicio, Todagres tuvo unas pérdidas de 3,84 millones de euros, que se suman a los 4,16 millones que perdió en 2020, y a los cerca de tres millones de 2019.
El año pasado tuvo esos números rojos a pesar de que su cifra de negocio se incrementó un 16% y rebasó los 22 millones de euros.
Ayuda financiera
El Grupo Fuertes ha realizado aportaciones de capital y préstamos participativos prácticamente desde que la adquirió, en 2009. La última, hace tres años, cuando inyectó tres millones para evitar que entrara en causa de disolución. Aun así, y según se desprende de las memorias de Todagres en estos años, los propietarios estaban dispuestos a seguir apoyando financieramente a la azulejera y se han estado realizando inversiones en la fábrica para asegurar el mantenimiento de su capacidad de producción y para continuar ajustando los costes con la expectativa de mantener la actividad.
La empresa ya había planteado un ERTE en julio, que comenzó con paradas parciales y que fue recurrido por el comité de empresa. Fuentes sindicales afirman que el 23 de septiembre la dirección anunció que el ERTE quedaba sin efecto y diez días después ha presentado el ERE.
Arrastra pérdidas, pero los dueños la han apoyado hasta que el alza del gas la ha hecho inviable