Lagarde a Powell: “Debemos cooperar, no estamos en lados opuestos”
LUCHA CONTRA LA INFLACIÓN/ La presidenta del BCE defiende la economía de la eurozona tras las malas previsiones del FMI y apuesta por la cooperación entre los bancos centrales de todo el mundo.
Los tipos seguirán subiendo en Europa, tal y como confirmó ayer la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. Aun así, no ofreció detalles sobre la hoja de ruta que seguirá la institución: “Hay mucha incertidumbre; tenemos que hacer lo que hay que hacer y vamos a seguir utilizando todas las herramientas a nuestro alcance”.
Un discurso similar al que mantiene la Reserva Federal en Estados Unidos. Lagarde descartó una acción coordinada, pero sí defendió la necesidad de cooperar, ya que el problema de la inflación es un fenómeno global que afecta a todo el mundo y las acciones de unos países afectan a otros.
“Tenemos que ver las implicaciones financieras que nuestras decisiones tienen en todo el mundo”, aseguró ayer la presidenta del BCE durante su participación en Washington en un encuentro organizado por el Instituto de Finanzas Internacionales, patronal mundial de la banca, y que coincide con la celebración de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En este contexto, la audiencia entendió que el mensaje iba claramente dirigido a su homólogo estadounidense.
Hasta el momento, la Fed ha actuado por libre, adelantándose en la subida de tipos a la mayoría de países occidentales y aplicando una de las políticas monetarias más duras, lo que ha disparado la cotización del dólar respecto al resto de divisas mundiales en torno a un 17%.
En varias ocasiones, Powell ha afirmado que la situación internacional y las implicaciones de un dólar fuerte para otras economías no forman parte de su mandato.
El efecto de un dólar fuerte se deja notar en Europa, añadiendo aún más presión a los precios (sobre todo en importaciones y en la cotización de las materias primas, energía incluida), y muchos países emergentes están al borde de una crisis de deuda, según ha alertado esta semana el FMI.
La presidenta del BCE habló de mucha incertidumbre y dijo que “utilizará todas las herramientas”
Lagarde salió al paso de las previsiones económicas del FMI: “Europa no está en crisis”, dijo
“Esperamos que los precios del gas sigan altos, pero la transformación se está acelerando”
“No estamos en lados opuestos”, insistió Lagarde. “Todos tenemos el mismo mandato: estabilizar los precios y proteger a los más vulnerables”. La única diferencia que ve Lagarde entre el BCE y la Fed es que la institución europea tiene, además, una “función secundaria”, que consiste en apoyar a las múltiples economías que forman la Unión Europea.
Y, en este otro papel, la presidenta del BCE hizo también una férrea defensa de la economía de la eurozona: “Europa no está en crisis”. De esta forma, salió ayer al paso tras las últimas perspectivas económicas publicadas esta semana por el FMI, que ha rebajado sus previsiones de crecimiento para la eurozona en más de la mitad para 2023, hasta un exiguo 0,5%.
Lagarde hizo hincapié en las cifras de los dos últimos trimestres, “que han mostrado unos números muy positivos”.
De hecho, según el FMI, es probable que los países del euro registren un crecimiento medio este año del 3,5%. Además, “nunca hemos tenido un mercado laboral con una situación mejor”, insistió la presidenta del BCE.
Aun así, no ocultó que el panorama de cara al futuro “es incierto”, sobre todo por la crisis energética: “El precio del gas en Europa es hasta diez veces más caro que en EEUU”. Pero también puso de manifiesto la agilidad del Viejo Continente y “su capacidad para transformarse en materia energética”.
Frente a una nutrida audiencia formada por banqueros de todo el mundo, explicó que los países de la UE ya están actuando para atajar la crisis energética.
“Esperamos que los precios sigan altos, pero la transformación se está acelerando”.