Santander incorpora la hipoteca inversa a su oferta de productos
ESTRATEGIA/ Se trata del primer banco que pone el foco en este producto. Ahora sólo está en catálogo de aseguradoras.
Santander ha comenzado a publicitar la hipoteca inversa, un producto que va a lanzar al mercado en alianza con Mapfre. El banco y la aseguradora crearon en febrero una sociedad participada al 50% para la distribución a través de sus redes y en los últimos meses han estado perfilando su diseño y características.
Santander ya ha incorporado la hipoteca a su catálogo de productos y ha empezado a promocionarla en fase de precomercialización, recabando datos de potenciales clientes interesados.
La hipoteca inversa es un tipo especial de préstamo hipotecario dirigido a mayores de 65 años con vivienda habitual en propiedad. El inmueble no debe tener cargas y tiene que estar asegurado.
Con la garantía de la vivienda y a cambio de un interés, las entidades conceden una renta vitalicia al titular de la hipoteca, a través de un pago único, mensual o en modalidad combinada. Tras formalizar el préstamo, el cliente conserva la propiedad del inmueble y puede disfrutar de él de por vida.
A su fallecimiento, los herederos tienen un plazo estipulado, generalmente un año, para devolver el préstamo y los intereses. Pueden reintegrarlo con fondos propios o suscribiendo una hipoteca estándar y así conservar la casa; o venderla para saldar la deuda, la opción más habitual.
Primer paso
Santander es el primer gran banco que pone el foco en la hipoteca inversa. Sólo la tienen en catálogo aseguradoras como Caser o Catalana Occidente, Caja de Ingenieros y Óptima Mayores, asesor especializado independiente.
El producto, de características complejas, nunca ha llegado a despegar en España por aspectos regulatorios y riesgos reputacionales.
“Sabemos que la decisión de contratar una Hipoteca Inversa es muy importante y que lleva tiempo entenderla y decidir contratarla. Además de tener a tu disposición un equipo de especialistas, es muy importante que tu familia esté involucrada para ayudarte en el proceso de decisión”, advierte Santander en su información comercial.
El consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, ya reconoció a inicios de año que la comercialización iba a ser el aspecto más delicado.
“Hay necesidad y demanda de hipotecas inversas, pero es un producto difícil. Creo que va a funcionar bien, pero lo fundamental es que sea sencillo, que se entienda por los beneficiarios y los herederos, y que se explique bien, y ahí vamos a poner el 120% de nuestro esfuerzo”, aseguró.
Santander, por el momento, no concreta en su catálogo el valor mínimo que deberá tener la vivienda. En España, algunas firmas fijan este importe base en 150.000 euros.
La valoración del inmueble deberá realizarla una tasadora homologada por el Banco de España, aunque podrá ser aportada por el cliente.
Santander explica que los gastos de mantenimiento de la vivienda serán por cuenta del cliente, al no cambiar la propiedad. Si el beneficiario opta por una renta mensual, no se actualizará con el IPC y se mantendrá constante hasta el final de la operación.
La entidad afirma que es “altamente improbable” que el importe de la deuda a saldar supere el valor de la vivienda, “puesto que el producto está diseñado con un margen suficiente para que los herederos puedan liquidar con holgura la deuda”. Si el valor de la casa no cubre el importe de la deuda, “la reclamación [del banco a los herederos] estará limitada a los bienes de la propia herencia”.
Santander avisa que “una vez finalizado el periodo fijado tras el fallecimiento de los titulares sin haberse cancelado la deuda, comenzará el cobro de intereses de demora iniciándose en su caso el correspondiente procedimiento de ejecución hipotecaria sobre la vivienda”.
La hipoteca admite la cancelación anticipada con el cobro de una comisión del 0,5% durante los cinco primeros años de vida del préstamo y del 0,25% desde el sexto año.
El producto “está diseñado para que los herederos puedan liquidar la deuda con holgura”