Un ‘boom’ lógico
Este fenómeno que ha impulsado la demanda de profesionales de cuello nuevo ha dado una fuerza nunca vista a los atajos profesionales en posiciones muy cotizadas que no requieren el paso por la Universidad. Durante los dos últimos años y medio, coincidiendo con la pandemia primero y la gran dimisión después, las clasificaciones de perfiles y puestos más demandados han aupado perfiles en los que los reclutadores se muestran decididos a reinventar la experiencia de los candidatos, eliminando las barreras que dificultan a los aspirantes la posibilidad de aplicar para una oferta.
Hay ejemplos cotizados como el gestor de almacenamiento o distribución, que puede llegar a cobrar hasta 62.000 euros brutos anuales, el supervisor de primera línea de trabajadores de ventas no minoristas (52.000 euros), el especialista de operaciones comerciales (49.000 euros), el gerente de juegos (48.000 euros), o el bróker inmobiliario (45.000 euros).
El recurso a habilidades exprés que implican una nueva formación alejadas de la tradicional responde a la demanda de otros perfiles también cotizados como el analista de seguridad de la información, que puede alcanzar un salario medio bruto anual de hasta 99.000 euros; el administrador de base de datos, cuyo sueldo medio puede llegar a los 94.000 euros brutos anuales; el programador informático (85.000 euros); administradores de redes (80.000 euros); técnicos de ultrasonido (67.000 euros); radiógrafos o técnicos radiológicos (60.700 euros); especialistas en soporte informático (53.000 euros); técnicos en ciencias ambientales y protección (50.939 euros); tecnólogos y técnicos quirúrgicos (42.100 euros brutos anuales); o técnicos de ingeniería civil (46.525 euros ).