Los retos pendientes del sector textil para ser más sostenible
TRANSFORMACIÓN/ Ante el impulso de la regulación y los consumidores, reducir el impacto sobre el entorno y avanzar hacia un modelo más sostenible plantea retos y oportunidades para la industria textil.
La ONU apunta que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta, es responsable del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, consume elevadas cantidades de agua y genera un inmenso volumen de residuos textiles. En el caso de Europa, cada año se desechan 5,8 millones de toneladas de ropa. La media equivale a unos 11,3 kilos por persona, y sólo una cuarta parte de estas prendas se recicla, según la Comisión Europea.
Ante este impacto sobre el entorno, el sector ha comprendido que algo debe cambiar. Cada vez son más las marcas que se esfuerzan para avanzar hacia la sostenibilidad, en línea con la exigencia de nuevas regulaciones y la demanda de un consumidor que busca adoptar hábitos más respetuosos con el medio ambiente. Esta transformación se abordó en el encuentro Estrategia ESG en el sector textil: La visión del CEO, que organizó EXPANSIÓN junto a PwC y CEOE.
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Hay muchos retos importantes, pero probablemente el más complicado tiene que ver con el tipo de producto que se produce y consume hoy”
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La regulación es un avance importante porque aporta certidumbre para las empresas y establece unas reglas del juego equitativas para todos”
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La tendencia es clara: quizá ser sostenible no haga a una compañía más competitiva hoy, pero en pocos años será penalizada si no lo es”
Desafíos
“El principal reto para el sector es alinear el comportamiento de todos los grupos de interés, desde las marcas hasta el consumidor pasando por toda la cadena de suministro”, subrayó Leticia Rodríguez, socia de Retail y Consumo de PwC. El peso de una gran transformación no puede recaer sobre un único agente y, al mismo tiempo, debe llevarse a cabo de forma gradual. De este modo, Rodríguez afirmó que “la industria textil debe dar pasos a un ritmo asumible para que todos puedan interiorizar el cambio, porque no todas las compañías parten del mismo punto”.
Javier Goyeneche, fundador y consejero delegado de Ecoalf, aboga por una reforma profunda en el sector: “Es difícil cambiar este modelo de negocio porque es rentable, pero implica una forma de consumir disparatada e insostenible que provoca que millones de prendas acaben en el vertedero cada mes”. A
Consejero delegado de Bimba y Lola
Socio de Medio Ambiente y Clima de PwC menudo, este consumo viene incentivado por los descuentos y promociones que ofrecen muchas empresas. Para que esta dinámica cambie, Goyeneche comentó que “la legislación es importante, pero el consumidor tiene más fuerza de la que piensa. Además, necesitamos el impulso de las grandes compañías: las pequeñas no tenemos la capacidad ni los recursos para cambiar la industria”.
Por su parte, José Manuel Martínez, consejero delegado de Bimba y Lola, se mostró de acuerdo en que “pensar en que la industria se transforme de golpe no es realista, especialmente en un sector tan heterogéneo y fragmentado como este”. Para hacer frente a estas dificultades,
Fundador y consejero delegado de Ecoalf
Socia de ‘Retail’ y Consumo de PwC sugirió que deberían existir estándares comunes a la industria en todo el mundo en forma de certificaciones para los proveedores. “Hay muchos retos importantes, pero probablemente el más complicado tiene que ver con el tipo de producto que se produce y consume hoy”, dijo Martínez.
En este sentido, la Comisión
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La industria textil debe avanzar a un ritmo asumible para que todos interioricen los cambios. No todas las compañías parten del mismo punto”
Europea presentó en marzo una serie de propuestas dirigidas a reemplazar los productos textiles del mercado europeo por piezas duraderas, recuperables y reciclables. “Habrá una regulación específica que abordará el problema de la huella del sector textil y la gestión de los residuos”, explicó Ismael Aznar, socio de Medio Ambiente