Biden reacciona para abaratar el petróleo
Estados Unidos está molesto con los principales países productores de petróleo, sobre todo con su tradicional aliado en Oriente Medio, Arabia Saudí, por su reciente pacto con Rusia para reducir la producción conjunta de crudo y mantener artificialmente elevados sus precios en plena espiral inflacionista. Un movimiento defensivo del cártel petrolero ante la caída de la demanda global que también permitirá a Putin mantener una de las principales vías de financiación de su brutal ofensiva militar contra Ucrania. Por eso, el presidente norteamericano, Joe Biden, prometió que habría consecuencias en las relaciones con Riad, a donde viajó el pasado mes de julio para persuadir al régimen de que aumentara su ritmo de bombeo de petróleo para frenar la escalada de precios y asfixiar económicamente a Rusia. El primer paso será liberar parte de las reservas estratégicas del país con el objetivo de abaratar su coste, un desafío a los miembros de la OPEP. Una medida que también tiene una lectura en clave de política doméstica estadounidense. El elevado coste de la energía está siendo uno de los temas principales de la campaña para las elecciones de medio mandato que se celebran el próximo 8 de noviembre, en las que se renuevan por completo la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, además de elegir a los gobernadores en 36 de los 50 Estados de la Unión. Biden trata de reforzar las opciones de los candidatos demócratas en estos comicios frente a las encuestas que auguran un Congreso dominado por los republicanos en la segunda mitad de su mandato, lo que reduciría sobremanera su capacidad legislativa.