Colonial, Merlin y Lar diversifican para sortear tres años de crisis
PREVISIONES/ Los tres grupos prevén una recesión en 2023 cuya profundidad dependerá de la inflación. Apuestan por la generación de ‘cash flow’ y mayor flexibilidad de uso a oficinas y centros comerciales.
Tres de los principales grupos inmobiliarios españoles coincidieron ayer en recetar prudencia y diversificación ante el complejo escenario macroeconómico abierto con el alza de la inflación, la crisis energética y la guerra de Ucrania. Los primeros espadas de Colonial, Merlin y Lar se dieron cita en la ponencia estrella de The District, un nuevo salón inmobiliario que se inauguró en Barcelona y que comenzó con dos horas retraso por las protestas de activistas antidesahucios.
La feria, organizada por Nebext y presidida por Juan Velayos, busca consolidarse como un lugar de encuentro para fondos de inversión, promotores y grandes tenedores, entre otros agentes del sector. En esta edición, que acaba mañana, se esperan unos 7.000 visitantes.
“Estimamos tres años más de entorno operativo negativo, lo que hará complicado acceder a los mercados de capitales: será muy importante la disponibilidad de recursos propios”, afirmó Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties, sobre los próximos retos de la industria inmobiliaria. “La normalización de la inflación tiene que ayudar también a bajar los tipos de interés”.
Pere Viñolas, presidente de Colonial, avisó de que, muy probablemente, en 2023 habrá una recesión. “Puede ser más larga o corta en función de si la inflación baja rápido o se mantiene”, consideró el directivo, quien espera un juego de equilibrios entre el comportamiento del IPC y la ralentización económica en los próximos años.
Foco en los ingresos
“Es el momento de ser prudentes, aunque no somos catastrofistas”, enfatizó, por su parte, Miguel Pereda, presidente de Grupo Lar. “Queremos poner el foco en los ingresos, ya que hay que tener prudencia en capex [inversiones en bienes de capital]”, recomendó.
En la misma línea, Viñolas aseguró que Colonial irá con mucho tiento en el mercado en los próximos meses. “Nuestra estrategia se guiará por la prudencia, con inversiones nada agresivas, sino selectivas”, apuntó.
“La gente dice: Toma decisiones, pero en este momento hay que gestionar, la base de todo es el cash flow”, advirtió el primer ejecutivo de Merlin. “Hacer caso a un mensaje así en este momento es precisamente el camino para tomar malas decisiones, ahora hay que estar callado y hacer crecer tu cash flow”, recomendó.
Los tres directivos estuvieron de acuerdo en recetar diversificación en activos en un entorno en el que las oficinas y los centros comerciales están en tendencia negativa y el sector logístico se encuentra con rentabilidades muy ajustadas.
Merlin, por ejemplo, seguirá su apuesta por los centros de datos, a los que Clemente calificó como “no anticíclicos, pero sí independientes del ciclo económico”. La Socimi arrancó las obras de su primer complejo de este tipo, llamado Arasur, el pasado julio en Vitoria y proyecta otros dos en Barcelona y Madrid.
“La diversificación es muy importante y nos resultan interesantes activos en residencias y salud, la demografía está ahí”, señaló Pereda.
Las tres inmobiliarias también subrayaron la importancia de la flexibilidad de usos para mejorar los activos. En el caso de los centros comerciales, el mix de oferta está cambiando en detrimento de la moda para favorecer otras opciones de ocio como belleza, deportes o nuevas experiencias para el consumidor.
En las oficinas se están aplicando aprendizajes del sector hotelero para hacer espacios más cómodos, con más zonas de reunión, terrazas y todo tipo de servicios, ya que se han convertido en una herramienta clave para “retener el talento”, recalcó Viñolas.
Los centros de datos y activos vinculados a la salud están poco afectados por los ciclos económicos