ASML se beneficia de su posición
ASML, que vende los equipos necesarios para fabricar los mejores semiconductores, parece protagonizar un milagro. En una industria sacudida por el temor a una recesión y la lucha entre Estados Unidos y China por los chips, sus máquinas se están vendiendo mejor de lo esperado y tiene más pedidos de los que puede atender. ¿Qué está pasando?
La respuesta es que ASML, con un valor de mercado de 161.000 millones de euros, lidera lo que sigue siendo una industria en crecimiento. Si realmente queremos vivir en un mundo en el que los frigoríficos pidan leche, los coches se conduzcan solos y los ordenadores escriban artículos de prensa, hace falta mucha capacidad de procesamiento.
Las nuevas unidades de litografía ultravioleta extrema (UVE) de ASML son fundamentales para los fabricantes de chips. Utilizan diminutas longitudes de onda para imprimir chips más potentes. Nadie más las fabrica, todavía. Y no hay suficientes para todos. El poder para fijar los precios explicaría por qué sus márgenes operativos alcanzaron un récord del 35% el año pasado, y por qué los analistas prevén que se mantendrán altos hasta 2024.
Esta ventaja protegerá a ASML de los vientos en contra cíclicos y geopolíticos, al menos durante algún tiempo. Los clientes expuestos a la disminución de la demanda pueden retrasar sus pedidos. Pero hay muchos más a la espera. Y la empresa considera que las medidas de EEUU contra China no le afectarán directamente, al ser un fabricante europeo.
ASML no puede divergir de las fuerzas del mercado para siempre. La Bolsa tiene claramente dudas, ya que ha hecho caer el precio de las acciones de ASML alrededor de un 40% desde principios de año, en la línea del sector global de los chips. Dada la posición industrial de ASML, esto sugiere que los inversores ven este último descenso de los semiconductores como algo más que una caída temporal.