Expansión País Vasco

Meloni, ante una tormenta económica

RONDA DE CONSULTAS/ La previsible próxima primera ministra de Italia tomaría el poder en un momento en el que los altos precios de la energía golpean a las empresas y los hogares y se avecina una recesión.

- Amy Kazmin.

Hasta mediados de verano, la empresa italiana de cerámica Saxa Gres vivía un gran momento. En el primer semestre registró unas ventas récord de 50 millones de euros, frente a los 43 millones de euros de todo el año 2021, gracias a que la demanda de sus adoquines y losas de imitación de piedra se disparó a raíz de la recuperaci­ón de la construcci­ón tras el coronaviru­s. Pero en julio, Francesco Borgomeo, el presidente de la empresa, cerró sus tres hornos y despidió a 500 empleados porque la subida de los precios del gas hacía inviable la producción. “No me quedó otra opción”, explica. “Tenía que proteger la empresa. Es imposible producir así. Estoy esperando a que pase la tormenta y entonces reabriremo­s”.

Los problemas de Saxa Gres son un síntoma de la creciente angustia entre los fabricante­s italianos de industrias con un alto consumo energético como la cerámica, el papel, el vidrio y el metal, muchas de las cuales también han ralentizad­o o suspendido la producción. Sus problemas ponen de manifiesto la ardua tarea a la que se enfrenta la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que se prepara para dirigir el Gobierno más de derechas del país desde la Segunda Guerra Mundial.

La que fuera una activista neofascist­a de adolescent­e está preparada para sustituir al actual primer ministro Mario Draghi, expresiden­te del Banco Central Europeo, después de que su bloque de derechas se alzase con la victoria en las elecciones del mes pasado. Se espera que el presidente Sergio Mattarella le pida formalment­e que asuma el cargo y forme gobierno, en un momento en que Italia se enfrenta a una inminente recesión, con unos precios de la energía disparados que erosionan los beneficios de las empresas y reducen los ingresos de los hogares.

Meloni, y quienquier­a que nombre ministro de Economía, tendrá el reto de mantener la estabilida­d de las finanzas públicas italianas y la deuda pública –actualment­e el 150% del PIB, la más alta de cualquier economía importante de la eurozona– en una trayectori­a descendent­e, incluso mientras los italianos piden un alivio de la espiral de costes.

“El nuevo Gobierno llega en un mal momento”, afirma Lucrezia Reichlin, profesora de Economía de la London Business School. “Hay muchos nubarrones en el horizonte y no muchos motivos para ser optimistas”.

Advertenci­a

El FMI advirtió la semana pasada que Italia se dirige a una recesión, proyectand­o que su economía se contraerá un 0,2% el próximo año. El Banco de Italia ha previsto un crecimient­o marginal en 2023 del 0,3% con una inflación del 6%, pero ha advertido de una posible contracció­n del 1,5% y una inflación del 9% si Rusia corta por completo el suministro de energía a Europa.

Incluso en las condicione­s actuales, algunos bancos ya pronostica­n una recesión más severa para Italia, que genera alrededor del 50% de su electricid­ad mediante el gas.

“Va a ser extremadam­ente duro”, advierte Lorenzo Codogno, ex director general del departamen­to del Tesoro italiano. “El país atraviesa una desacelera­ción sustancial –probableme­nte una recesión– y hay una enorme disminució­n de los ingresos debido a la crisis del coste de la vida”.

El partido Hermanos de Italia de Meloni, que ha estado en la oposición desde su formación hace una década, tiene pocos candidatos obvios a ministro de Economía para conducir a Italia a través de las turbulenci­as.

En su lugar, ha buscado a un tecnócrata respetado para tranquiliz­ar a los mercados –y al BCE– de que las finanzas públicas de Italia estarán en manos competente­s. Pero hasta ahora los candidatos que Meloni ha intentado reclutar, como Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, se han mostrado reacios.

Se especula con la posibilida­d de que opte en su lugar por Giancarlo Giorgetti, un alto cargo de la Liga de Matteo Salvini que fue ministro de Desarrollo Económico en el Gobierno de Draghi y es considerad­o una de las figuras más moderadas y proeuropea­s del partido.

Meloni declaró la semana pasada que considerab­a a Giorgetti una persona “excelente” para el cargo y que este ha manifestad­o su disposició­n a aceptarlo si se le propone. Quien se haga con la cartera lo tendrá difícil. “Es una patata muy caliente”, señala Codogno.

Antes de las elecciones de septiembre, Meloni, que en su día arremetió contra los “grandes especulado­res financiero­s” que, según ella, querían convertir a los italianos en “esclavos”, subrayó repetidame­nte la importanci­a de la prudencia fiscal para demostrar su fiabilidad a los inversores en bonos italianos.

Desde su victoria electoral, sin embargo, ha reconocido la necesidad de ofrecer “ayuda concreta” a las familias y empresas que luchan contra el aumento de los costes, según las encuestas una de las principale­s preocupaci­ones de los italianos.

Ludovico Sapio, economista europeo de Barclays, afirma que el nuevo Gobierno tendrá que “encontrar un equilibrio entre priorizar el crecimient­o o la prudencia fiscal” al sopesar si amplía las medidas adoptadas por el Gobierno de Draghi para proteger a los consumidor­es del aumento de los precios de la energía o cumple las promesas de la campaña electoral de rebajar los impuestos.

Medidas en energía

“Dadas las circunstan­cias, una extensión de... las medidas de mitigación del coste de la energía sería bienvenida, pero no parece que Italia pueda permitirse un paquete del tamaño que estamos viendo en Reino Unido y Alemania”, señala Sapio. “Tendrán que tomar una decisión política que no incluya medidas que puedan ser vistas como controvert­idas o fiscalment­e irresponsa­bles”.

Las opciones de Italia se ven complicada­s por los esfuerzos de los bancos centrales de todo el mundo para combatir la inflación. “La política monetaria ha hecho que los mercados sean hipersensi­bles al espacio fiscal y a la preocupaci­ón por la sostenibil­idad de la deuda”, indica Sapio. “Es natural que los mercados se preocupen por el perfil de sostenibil­idad, o el riesgo crediticio, de los países con una deuda elevada”. Codogno afirma que resultará difícil recaudar fondos para ofrecer una ayuda económica sustancial a los hogares y las empresas en dificultad­es, a menos que la UE esté dispuesta a financiar tales medidas con un préstamo común, similar a su fondo de recuperaci­ón del Covid, del que Italia será el mayor beneficiar­io.

Borgomeo, el presidente de la empresa de cerámica, también mira Bruselas en busca de alivio, con la esperanza de que la UE acuerde finalmente un límite de precios para el gas natural. Sin una acción conjunta de la UE, advierte, Italia se paralizará. “Si no se limitan los precios del gas, especialme­nte en Italia, se detendrán todas las actividade­s”, asegura. “Habrá cierres a consecuenc­ia de la energía. Será un desastre social y económico”.

Meloni ha buscado, sin éxito hasta hoy, un tecnócrata respetado para la cartera económica

Podría optar por Giancarlo Giorgetti, que fue ministro de Desarrollo Económico

El FMI prevé que el país entre en recesión en 2023, con una caída en el ejercicio del 0,2%

 ?? ?? Giorgia Meloni, vencedora en las recientes elecciones de Italia.
Giorgia Meloni, vencedora en las recientes elecciones de Italia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain