Anticipo fiscal de 2.500 millones a costa de los grupos
En paralelo a la creación de los nuevos impuestos sobre grandes entidades financieras, compañías energéticas y fortunas, PSOE y Unidas Podemos han aprovechado las enmiendas a la proposición de ley que regula las nuevas figuras tributarias para endurecer temporalmente el Impuesto de Sociedades a fin de ingresar 2.439 millones de euros en dos años.
La medida, que fue anunciada como parte del paquete tributario que acompañaría el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022, supone concretamente la limitación al 50% de la posibilidad de compensar pérdidas de filiales en el pago del Impuesto de Sociedades para los grupos consolidados durante el ejercicio fiscal 2023.
Con esta iniciativa, el Gobierno busca lograr una inyección de liquidez a costa de las grandes empresas del país que le permitirá ingresar 2.439 millones de euros (244 de ellos en 2023 y los 2.195 millones restantes en 2024 al liquidar el impuesto anual). El plan afectará a 3.609 empresas, el 0,2% del total.
“La no inclusión del 50 por ciento de las bases imponibles individuales negativas de las entidades integrantes de un grupo que tribute en el régimen de consolidación fiscal en la determinación de la base imponible consolidada de dicho grupo”, explica la enmienda, solo será aplicable durante el periodo impositivo 2023, siendo reversible después. Así, defiende, “el mencionado porcentaje no incluido en 2023 podrá ser compensado de la base imponible positiva del grupo fiscal en los años sucesivos, por lo que la medida tiene un efecto de anticipación de impuestos, pero no conlleva una variación en la tributación del grupo fiscal”.
De esta forma, sumando los 2.439 millones a ingresar por esta vía, más los 3.006 millones que arrojaría el nuevo impuesto a fortunas de más de 3 millones en dos años, y los 7.000 que dejarán los nuevos tributos a banca y energéticas en el mismo periodo, el Gobierno deja amarrada en la proposición de ley que tramita el Congreso un incremento de los ingresos tributarios de 12.445 millones. A esta cuantía de sobreingresos temporales habría que sumarle el impacto de la subida estructural del gravamen sobre los rendimientos del capital en el IRPF, partir de los 200.000 euros, que está previsto que aporten 204 millones de euros adicionales de 17.814 contribuyentes.