La inflación se modera hasta el 7,7% en Estados Unidos
IPC/ El alza de los precios se aleja de los máximos históricos, aunque la vivienda y la energía siguen presionando en contra.
La inflación da un respiro a la economía estadounidense. En octubre, el IPC interanual cerró en el 7,7%, cinco décimas menos respecto al registro de septiembre y el mejor dato desde enero de este año –frente al 9,1% que se alcanzó en junio, récord de los últimos cuarenta años–.
Pero más allá del dato global, la verdadera buena noticia para los economistas está en la inflación subyacente, que por primera vez desde el verano ha dado muestras de empezar a descender. Eliminando el efecto de las variables más volátiles (alimentos y energía), los precios subieron en octubre un 6,3%, frente al 6,6% de septiembre (récord desde 1982).
Nada más conocerse ayer los resultados publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU, los mercados abrieron con importantes alzas. El Nasdaq, por ejemplo, llegó a subir hasta cerca del 6% a primera hora de la mañana. La lectura que hacen los inversores es que el dato de la inflación por fin podría permitir a la Reserva Federal (Fed) tomarse un respiro y relajar el paso en el endurecimiento de la política monetaria.
Los tipos en Estados Unidos se sitúan en un rango entre el 3,75% y el 4%, después de que la semana pasada el banco central estadounidense decidiera subir los tipos en tres cuartos de punto por cuarta vez consecutiva, el ritmo más rápido que se recuerda en décadas y el nivel más caro desde 2008. Así, podría confirmarse la hoja de ruta de la Fed, que en diciembre podría levantar ligeramente el pie del acelerador y subir el precio del dinero en medio punto, aunque eso no implica que vaya a frenar en 2023 mientras la inflación se mantenga por encima del 2%.
Pese a que la cifra publicada ayer parece confirmar su tendencia a la moderación, los economistas llaman a la prudencia. “Son buenas noticias, pero yo no cambiaría drásticamente mi visión del mundo basándome en un solo dato. Ya hemos tenido falsos amaneceres”, advierte Jason Furman, profesor de Harvard.
La subida de tipos ha tenido un impacto directo, por ejemplo, en el precio de la vivienda. El encarecimiento de las hipotecas ha provocado que las ventas residenciales hayan registrado su octavo mes consecutivo de caídas. Aun así, la vivienda sigue siendo uno de los principales motores de la inflación en Estados Unidos, sobre todo porque los alquileres siguen al alza y han experimentado un importante repunte a lo largo de 2022.
La energía sigue siendo una de las variables más volátiles. Mientras que en septiembre el precio de la gasolina bajó, en octubre volvió a subir, alrededor de un 3,8%. En términos interanuales, el índice de la energía ha avanzado un 17,6%, mientras que los alimentos se han encarecido un 10,9% en el último año.
El dato deja margen a la Fed para levantar el pie del acelerador en la subida de tipos de diciembre
Previsión
“De cara al futuro, nuestra hipótesis de base sigue siendo que la inflación tenderá a la baja en 2023, aunque el camino podría ser accidentado en los próximos meses, con una inflación subyacente –en los servicios, sobre todo– que podría resultar difícil de alcanzar. Finalmente, una desaceleración significativa de la demanda –impulsada por la propia inflación elevada y el endurecimiento de la política monetaria– pesará sobre la inflación subyacente, especialmente a partir de mediados de 2023”, tal y como explica Silvia Dall’Angelo, economista sénior de Federated Hermes.