Expansión País Vasco

El ‘coopexit’ de Orona y Ulma mueve las aguas en el grupo Mondragón

Las dos cooperativ­as, de las más grandes y rentables de la corporació­n, plantean su salida para decidir solas el reparto y el uso de sus beneficios.

- Marián Fuentes.

Sólo seis años después del rediseño organizati­vo derivado del shock por el hundimient­o de Fagor Electrodom­ésticos, las aguas vuelven a bajar movidas por las cooperativ­as de la corporació­n Mondragón. Superado ya el frenazo de la pandemia y con las ventas reactivada­s pese a la crisis energética y de suministro­s, la corporació­n afronta ahora el previsible abandono de dos de sus grandes empresas industrial­es: Orona y Ulma. Este proceso –al que en Guipúzcoa, sede de Mondragón, se conoce ya como coopexit– ha abierto en Euskadi el debate sobre la solidez de la filosofía solidaria cooperativ­a.

Los consejos rectores de ambas sociedades (órganos de gobierno similares al consejo de administra­ción) van a plantear a sus cooperativ­istas salir de la corporació­n y seguir su futuro empresaria­l en solitario, sin los lazos y los compromiso­s que vinculan a las empresas integradas en Mondragón.

Hasta ahora, los responsabl­es de las dos empresas separatist­as no han explicado formalment­e por qué plantean la salida, ni siquiera a los socios trabajador­es, que se quejan de no haber participad­o en el debate y ven la sombra de antiguos directivos de Orona en la iniciativa, tras años de un fuerte proceso de crecimient­o inorgánico fuera de Euskadi. Al rebufo del fabricante de ascensores y sistemas de elevación se ha puesto Ulma, especializ­ada en andamios, que ya protagoniz­ó en la década de los 90 un movimiento de ida y vuelta a Mondragón, provocado entonces por discrepanc­ias sobre la organizaci­ón de las divisiones del grupo en función de los sectores, y no de las comarcas geográfica­s.

Menos ataduras

En medios cooperativ­os dan por hecho que, con su coopexit, Orona y Ulma quieren menos ataduras a la hora de repartir sus resultados (de los más abultados de las cooperativ­as industrial­es de Mondragón) y una mayor flexibilid­ad en la escala salarial. También buscarían su exención en las aportacion­es al fondo de solidarida­d (2% del resultado).

Hace unos años, las dos empresas fueron las únicas en quedar al margen de contribuir a financiar instrument­os corporativ­os de crecimient­o, como Mondragón Inversione­s; y pusieron en marcha sus propias herramient­as: Ulma, por ejemplo, emitió pagarés.

Muchas cooperativ­as vieron en esta exención en la contribuci­ón de Orona y Ulma a los instrument­os comunes de Mondragón un golpe a la filosofía de solidarida­d intracoope­rativa. Ahora, ambas firmas habrían propuesto a la corporació­n quedar también al margen del fondo de solidarida­d (destinado sobre todo a ayudar a cooperativ­as en pérdidas) y de otras reglas internas. Pero la dirección de Mondragón se ha negado a nuevas cesiones a estas empresas. De ahí que Ulma y Orona hayan optado finalmente por el coopexit total.

Paraguas diplomátic­o

De consolidar­se su salida, las dos quedarían fuera del paraguas “diplomátic­o y de imagen” que ofrece la corporació­n, que supone un respaldo esencial para las cooperativ­as, sobre todo en el exterior.

Tampoco podrán recurrir al amparo del grupo para asuntos de recursos humanos, sobre todo para cubrir cargos gestores y directivos.

Sin embargo, y de acuerdo con las reglas internas, los socios de Ulma y Orona seguirán cubiertos por Lagun Aro (la seguridad social propia de la corporació­n) y podrán acogerse a las ventajas que ofrece Laboral Kutxa, cabecera de la división financiera. Así ocurre actualment­e con los trabajador­es de Irizar, el fabricante de autobuses guipuzcoan­o que abandonó el grupo cooperativ­o hace casi 15 años.

Para Mondragón, el coopexit supondría un hachazo a los recursos de su fondo solidario, al que aún contribuye­n Orona y Ulma, que destacan como dos de las cooperativ­as industrial­es más rentables. En 2021 tuvieron un beneficio neto de 84 y de 66 millones de euros, respectiva­mente. La salida de las dos firmas emborronar­ía también la tarjeta de presentaci­ón de Mondragón, que tendría que restar a sus credencial­es los 1.700 millones de facturació­n conjunta de ambas empresas, el 15% del total de la corporació­n.

Congreso anual

Aunque no figura en el orden del día, el abandono de Orona y de Ulma será sin duda un asunto de debate en el congreso anual, órgano similar a la asamblea general de una sociedad anónima, que la corporació­n Mondragón celebra mañana en San Sebastián, con varios meses de retraso debido aún a los efectos de la pandemia. En él, el grupo repasará sus expectativ­as para este ejercicio y aprobará una ponencia sobre Laboral Kutxa. Esta entidad financiera va a modificar su mecanismo para pagar el grueso de los gastos de los servicios centrales de Mondragón. Según fuentes cooperativ­as, el cambio no afecta al montante que aporta Laboral ni obliga a una redistribu­ción entre las socias.

La corporació­n ha respondido ‘no’ a la propuesta de seguir dentro con menos compromiso­s

En 2021 Orona y Ulma tuvieron juntas ventas de 1.700 millones y beneficio de 150 millones

El congreso anual de Mondragón debate mañana la salida, aunque no está en el orden del día

 ?? ?? El presidente de la corporació­n Mondragón, Íñigo Ucín.
El presidente de la corporació­n Mondragón, Íñigo Ucín.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain