El renacer del lujo CRECE UN 22%
La industria de bienes de alta gama moverá 1,4 billones de euros en 2022.
Los encierros durante la pandemia permitieron un aumento del ahorro que, aunque ahora puede quedar ahogado entre facturas de electricidad y gas, se ha traducido en un mayor gasto en bienes de lujo de disfrute personal y nuevas experiencias, y caros caprichos que permiten olvidar por un momento el coronavirus, a cuánto está el precio del megavatio hora o cuánto más seguirá creciendo la inflación.
La abundancia se refleja en la moda, bolsos, relojes, yates, deportivos, obras de arte y viajes, que en la era pos-Covid siguen creciendo en ventas. El consumo de bienes de lujo personales crece un 22% respecto al año anterior (a tipo de cambio actual), hasta 353.000 millones de euros; los coches de alta gama, un 6%, moviendo 566.000 millones. La inversión en yates, que registra récord en nuevos pedidos, y en jets privados, cuya demanda no deja de crecer tras la pandemia, impulsa las ventas de estos un 18%, hasta 26.000 millones; la alimentación gourmet, sea caviar para disfrutar en casa o en tickets con estrella, mueve 57.000 millones (un 12% más). El mayor aumento lo han experimentado las estancias gran lujo y los cruceros de alto standing, aumentando sus ventas un 110 y un 355% respectivamente.
Según el vigésimo primer estudio de mercado de Bain & Company y la asociación de fabricantes de lujo italiana Altagamma, se prevé que la industria mundial de artículos de lujo alcance un valor de mercado de unos 1,4 billones de euros en ingresos por ventas este año, un crecimiento del 21% comparado con 2021 (a los tipos de cambio actuales).
Y no parará en la próxima década: “El mercado del lujo parece estar mejor preparado para hacer frente a las turbulencias económicas que en la anterior crisis económica de 2008, ya que su base de consumidores es más amplia y está más concentrada, y el enfoque en el cliente, así como su ecosistema con múltiples vías de acceso, le permitirán resistir a las dificultades”, recoge el estudio. Así, se espera un crecimiento de las ventas en el mercado de bienes de lujo personal “que se situará entre el
3 y el 5% o el 6 y el 8% (a tipos de cambio constantes), dependiendo de la fuerza de la recuperación económica en China y de la capacidad de EEUU y Europa para resistir los vientos en contra”. Vientos en contra de incertidumbre económica, sanitaria, geopolítica, climática, energética, social... a pesar de los cuales “el mercado del lujo ha seguido funcionando con solidez en lo que va de año, con ganancias para las marcas en todos los ámbitos, y un crecimiento positivo para alrededor del 95% de las enseñas”, señala Bain & Company. Así, se prevé que hasta 2030, la industria de bienes de lujo personales alcance hasta los 540.000-580.000 millones de euros a finales de la presente década, lo que supone un aumento del 60% o más, impulsada sobre todo por las ventajas de la tecnología y una creciente Generación Z y Alpha, más precoz a la hora de acceder al lujo (15 años de media) y que crecerá tres veces más rápido que otras generaciones, conformando un tercio del mercado en 2030. Jóvenes cada vez más interesados en los relojes de lujo, que, al igual que han borrado las fronteras de género o espacio en los diseños de moda, superarán los códigos estilísticos del streetwear, de sudaderas, camisetas y zapatillas, “para volver a comprometerse con el patrimonio y los nuevos cánones de lujo, regresando a la sastrería aunque con un toque casual, nuevos materiales y tejidos sostenibles”, apunta el informe.
Fin de año
El último trimestre de este año, periodo por excelencia para las compras de bienes personales de lujo y que determinará el resultado final para 2022, “dependerá en gran medida del cese gradual de las restricciones por la pandemia del Covid-19 en China, así como de la evolución de la confianza de los consumidores de lujo europeos y estadounidenses frente al aumento de la inflación y las presiones sobre el coste de la vida, y la posible recesión de las economías estadounidense y europea”. No obstante, por suerte, en términos geográficos, la industria ya no es tan dependiente de China meridional. Aunque este año el lujo cede un 1% en el país, la industria mueve 59.000 millones de euros, siendo el mayor mercado el continente americano, con 113.000 millones, un 25% más respecto el año anterior a tipo de cambio actual, seguido de Asia, donde gracias al consumo local y el regreso de los turistas, el lujo ha crecido un 27%, hasta 94.000 millones.