Codorníu crece un 20% y supera el negocio anterior al Covid
CAVA Y VINO/ El grupo cerró su último ejercicio con unas ventas aproximadas de 215 millones y elevó un 40% el ebitda.
Raventós Codorníu brinda por sus mejores resultados desde el aterrizaje del grupo estadounidense Carlyle en la compañía de cavas y vinos, en el verano de 2018, y da por archivado el impacto del Covid en su negocio.
La empresa catalana cerró a finales de junio su último ejercicio con un incremento de las ventas del 20% respecto a 2020-2021, lo que supondría una facturación bruta aproximada de 215 millones de euros, por encima también de la registrada justo antes de la pandemia (193 millones).
Este crecimiento –que la empresa ya anticipó el pasado febrero– estuvo acompañado de un aumento del ebitda del 40%, hasta alrededor de 28 millones de euros.
“Hemos crecido en todos los mercados y en todas las unidades de negocio”, dice Sergio Fuster, primer ejecutivo, quien considera que “la apuesta por el valor de Raventós Codorníu está funcionando”. “Estamos liderando el crecimiento del cava de gama alta”, añade el directivo, quien pone como ejemplo el éxito de Ars Collecta, que está cuadruplicando sus ventas.
Especialmente significativo fue en el pasado ejercicio el incremento del 73% en el canal de la restauración, que absorbe el 40% de la facturación global. Las ventas en supermercados subieron un 10% y el canal digital experimentó un alza del 25%.
El grupo con sede en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) reparte prácticamente al 50% su facturación entre cavas y vinos y concentra casi dos tercios de su negocio en España. Pese a que las exportaciones aumentaron un 19% en 20212022 –con Estados Unidos, Reino Unido y Japón como locomotoras–, el mercado nacional ha mantenido su peso relativo gracias a su fortaleza.
De cara al actual ejercicio, Fuster aventura un crecimiento superior al 10% tras constatar que las ventas aumentaron un 14% en el primer trimestre (de julio a septiembre) y ante la expectativa de una buena campaña navideña. “No estamos viendo un impacto de la inflación sobre la venta de cava”, señala el CEO, quien sitúa entre el 5% y el 7% el alza de precios aplicada como consecuencia del aumento de los costes.
Respecto al ejercicio anterior, las ventas a la restauración siguen aumentando, pero a menor ritmo (+25%), y el negocio en los supermercados acelera levemente su crecimiento (+14%).
Fuster opina que el final de la etapa de Carlyle en la compañía “no está cerca” y asegura que el accionista mayoritario “ve potencial en el proyecto”. El grupo tiene el 68% y la familia Raventós, el 22%.
La compañía ha elevado hasta 10 millones de euros anuales sus inversiones en innovación y márketing y sigue atenta a posibles oportunidades para crecer mediante adquisiciones. “La prioridad –indica Fuster– es complementar nuestro porfolio”. Las operaciones de compra podrían ser tanto de firmas de cava como de vino.