SpaceX quiere los dólares de Artemisa
Ala tercera va la vencida. Un cohete de la NASA despegó el miércoles por la mañana en una misión para orbitar la Luna, tras cancelarse en dos ocasiones el lanzamiento. Forma parte de un plan a más largo plazo para llevar humanos a Marte, y reaviva la carrera espacial con China. Los mayores beneficios podrían ir a parar a las empresas espaciales privadas estadounidenses, incluida SpaceX, de Elon Musk.
El programa Artemisa de la NASA, de 93.000 millones de dólares (93.000 millones de euros), utiliza a Boeing como principal contratista de cohetes para la primera misión. Un rival capaz de reducir los costes podría sustituirla. Cada lanzamiento de Artemisa costará unos 4.100 millones de dólares, ocho veces más de lo estimado por la NASA hace una década (ver pág. 48).
La empresa privada SpaceX lleva ventaja. Ha transportado astronautas estadounidenses a la Estación Espacial Internacional y tiene un contrato de 2.900 millones de dólares para desarrollar un cohete que pueda aterrizar tripulaciones en la Luna. Su cohete reutilizable Starship está en desarrollo.
El programa Artemisa establece una serie de objetivos cada vez más ambiciosos. Pretende orbitar la Luna, enviar un vuelo tripulado y luego realizar un alunizaje. Finalmente, el plan es crear una base desde la que enviar exploradores humanos al espacio.
¿Puede SpaceX permitirse el viaje? La capacidad de Musk para recaudar fondos es impresionante. SpaceX ha recaudado cerca de 10.000 millones de dólares hasta la fecha. Su última valoración era de 125.000 millones. La empresa genera ingresos independientemente de la NASA a través de Starlink, el grupo de banda ancha por satélite.
Un día, Starlink podría dominar las comunicaciones por satélite y SpaceX los lanzamientos de cohetes. Pero el lanzamiento de Artemisa ayer demuestra que todo llevará mucho más tiempo de lo que sugiere el calendario inicial.