Trump ‘secuestra’ la carrera a la Casa Blanca de los republicanos
ELECCIONES/ El anuncio de que Donald Trump será uno de los aspirantes a liderar su partido en los comicios presidenciales de 2024 ha puesto en alerta a los republicanos, pero también a los demócratas.
Donald Trump es oficialmente el primer aspirante a ocupar la Casa Blanca en las próximas elecciones presidenciales de 2024. Durante su anunció el martes por la noche, en su mansión de Florida, acusó a Biden de “hundir la economía estadounidense” y volvió a incidir en la necesidad de levantar un muro en México, aunque también aseguró que espera contar con el voto de “los latinos emprendedores” que viven en Estados Unidos.
Tras culpar al actual presidente de Estados Unidos de no saber evitar una guerra, en referencia a la invasión rusa de Ucrania, e insinuar que está en el poder gracias a las injerencias de China en las elecciones de hace dos años, Trump prácticamente se autoproclamó candidato republicano en la próxima carrera presidencial. Ni una referencia a las primarias del partido ni a sus posibles rivales, entre los que se encontraría, precisamente, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que no estaba invitado a la fiesta.
Las reacciones no se hicieron esperar. Joe Biden fue uno de los primeros en pronunciarse, a través de Twitter: “Donald Trump le ha fallado a Estados Unidos”. Ayer por la mañana, algunos de los mayores contribuyentes a la causa republicana ya anunciaron que reservarán sus cheques para caras nuevas. Es el caso del consejero delegado de Blackstone, Stephen Schwarzman. Quien fuera uno de los principales apoyos financieros de Trump, aseguró el miércoles que apoyará a “una nueva generación de republicanos”.
En cuanto a sus compañeros de partido, la mayoría mantiene silencio. Aun así, la realidad es que fueron pocos los que le acompañaron en su gran noche y ya empiezan a oírse algunas voces críticas, como el caso de Mike Pence, quien fuera vicepresidente de EEUU bajo el mandato de Trump ha reconocido que no tiene intención de apoyar a su exjefe.
Mitch McConnell, líder de la minoría en el Senado, también ha sido muy crítico con los resultados electorales y el papel de Trump. Aun así, bastante tienen en el partido con las luchas de poder internas para liderar la bancada roja en la Cámara de Representantes y en el Senado. Y el anuncio de Donald Trump no ayuda. Le habían pedido que retrasara su gran noche hasta que se conocieran los resultados definitivos de las últimas elecciones. Pero el expresidente es un verso libre y se negó a esperar.
El golpe de efecto de Trump tendrá consecuencias también en la estrategia demócrata de cara a las siguientes elecciones. Biden ya ha insinuado en varias ocasiones que podría presentarse a la reelección, sobre todo si su rival es su antecesor en el cargo. Y pese a que el partido liberal no estaría muy conforme con esta decisión, el margen de maniobra es escaso.
A su favor cuenta que Biden no solo es el actual inquilino en la Casa Blanca, sino que además ha salido reforzado tras las elecciones de medio mandato, al cosechar unos resultados mejor de lo esperados. En contra, los deslices que muchos achacan a su edad (llegaría a la reelección con 82 años) y su baja popularidad. Además, los vientos no soplan a su favor en los próximos dos años, ante el más que previsible bloqueo legislativo (si se confirma la pérdida de la mayoría en la Cámara de Representantes) y el fantasma de una posible recesión económica en EEUU.
El futuro republicano
Para los republicanos, las primarias se anuncian más complicadas. Cada vez son más las voces en contra de un candidato que en cuatro años de presidencia se enfrentó a dos mociones de censura y alentó un asalto de sus seguidores al Capitolio tras no aceptar la derrota en las urnas; por no hablar de los múltiples frentes legales que tanto él como su empresa tienen abiertos en los tribunales.
Los grandes donantes se han alejado de Trump, aunque no del partido, a la espera de que las jóvenes promesas den un paso al frente. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, es la estrella emergente, pero no el único favorito. En la lista de posibles candidatos también se encuentra, por ejemplo, el gobernador de Virginia, Glen Youngkin.
En Estados Unidos, ya hay quien compara a Trump con William Jennings Bryan, pero en el bando contrario. Fuera de EEUU, son pocos quienes recuerdan al político que, hace un siglo, tuvo cautivo al Partido Demócrata durante tres legislaturas. Pese a sus malos resultados electorales y que nunca logró la victoria (a diferencia de Trump, que sí llegó a la Casa Blanca) consiguió la nominación para las presidenciales hasta en tres ocasiones, bloqueando a cualquier otro aspirante. Desde un punto de vista de influencia en el Congreso, fue una de las épocas más oscuras para los demócratas. Ahora, según los estadistas, los republicanos se enfrentan a una situación similar.
Donantes como el CEO de Blackstone solo apoyarán a “una nueva generación de republicanos”