Alstom ve negocio ferroviario por 108.000 millones en 2023
CRECE EN ESPAÑA/ La multinacional francesa, con una cartera nacional de casi 4.300 millones, prevé contratar a unas 200 personas más a corto plazo.
El ferrocarril está de moda en el mundo y Alstom, el fabricante francés de trenes, le está sacando un máximo rendimiento, sobre todo en España, donde da empleo a más de 3.000 personas y cuya plantilla crecerá este año (unos 200 nuevos contratos previstos) gracias a la carga de trabajo garantizada y a las nuevas oportunidades de crecimiento, tanto dentro como fuera de España. “Las expectativas son buenas”, declaró ayer el presidente de la filial española, Leopoldo Maestu.
La multinacional gala tiene detectadas oportunidades de crecimiento en el mundo por valor de 108.000 millones de euros en los próximos 18 meses y buena parte de ese negocio está localizado en Europa. En concreto, 98.000 millones de euros entre material rodante
y señalización ferroviaria, los dos puntos fuertes del grupo.
En España, las perspectivas también son positivas; no solo por los pedidos garantizados, sino por las nuevas oportunidades, el primer mercado de Europa que ha abierto la red de alta velocidad a tres operadores distintos. Alstom ya trabaja para los tres rivales, ya que es un proveedor histórico de Renfe, ha modernizado la flota de diez trenes Ouigo (Euroduplex) en España y es parte de la plataforma Zefiro que Hitachi fabricó con Bombardier, el tren que explota desde la semana pasada Iryo, el operador participado por Trenitalia, Air Nostrum y Globalvia.
Esta factor no solo da a Alstom ventaja en la parte de fabricación. También en la división de mantenimiento, la que más puede crecer en los próximos años gracias a la liberalización ferroviaria. “Existen problemas para cubrir puestos técnicos en mantenimiento”, indica el máximo responsable del fabricante francés.
En el último ejercicio fiscal, hasta marzo de este año, Alstom
ganó contratos en España por valor de 455 millones de euros, lo que elevó la carga de trabajo a 4.260 millones. Gracias a la integración de los activos de Bombardier, la multinacional gala facturó en el mercado ibérico 665 millones de euros (44% es exportación), casi el doble que hace dos años.
Según Maestu, este ritmo de crecimiento no se podrá sostener más, pero sí cifras de crecimiento de entre el 10% y el 15%. Según sus cálculos, la compañía tiene capacidad para llegar a los 1.000 millones de facturación en España y en Portugal.
Alstom está muy esperanzada en el mercado luso, que se encuentra en pleno proceso de adjudicación de una flota de 117 unidades de trenes regionales y de cercanías, unos 1.000 millones de euros.
La compañía está analizando la posibilidad de invertir en un nuevo centro de producción en Portugal si gana este pedido. No lo tendrá fácil. El pedido atrajo a todos los fabricantes europeos y al gigante chino CRRC. En concreto se interesaron Stadler, CAF y
Siemens en alianza con Talgo. También compite la japonesa Hitachi, que adquirió hace unos años la italiana Ansaldo.
Entre los retos de Alstom en los próximos meses también figura actualizarlos presupuestos de los pedidos, afectados por el encarecimiento de los materiales, la escalada de la energía y la inflación. Según Maestu, se está trabajando sectorialmente con la administración central y autonómica para que se reconozcan estos sobrecostes en los contratos
El grupo francés pugna con Talgo y CAF por un pedido de trenes luso de 1.000 millones