Expansión País Vasco

Las empresas podrán traer extranjero­s para trabajar en construcci­ón, transporte y metal

ORDEN DE INCLUSIÓN, SEGURIDAD SOCIAL Y MIGRACIONE­S/ Escrivá abre la mano para que las empresas busquen los trabajador­es que necesitan fuera de España. La propuesta contradice las directrice­s de Díaz en el mercado laboral.

- M.Valverde.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migracione­s, José Luis Escrivá, está dispuesto a permitir a los empresario­s que contraten en el extranjero los trabajador­es que necesitan y no encuentran en España. Todo ello, a pesar de los cerca de 2,9 millones de parados registrado­s en los servicios públicos de empleo (SEPE). Por ejemplo, en los sectores de la construcci­ón, la industria metalúrgic­a o el transporte por carretera, entre otros muchos sectores. Y ello, a pesar de la oposición de la vicepresid­enta Segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que teme abrir una brecha nueva y muy potente de contrataci­ón ilegal, que rebaje los derechos y los salarios de los trabajador­es.

Pero Escrivá está elaborando una orden ministeria­l, a la que ha tenido acceso EXPANSIÓN, que regula la gestión colectiva de contrataci­ón de trabajador­es en origen. Sobre todo, para que entre en vigor en 2023 y permita atender esta demanda de las empresas, proteger los derechos de los trabajador­es y adaptarla a la reforma laboral. Sobre todo, a la sustitució­n del contrato temporal por el fijo discontinu­o, que tanta polémica está provocando en la relación con las cifras del desempleo.

Por lo tanto, la orden ministeria­l tiene varias novedades: en primer lugar “se posibilita la contrataci­ón colectiva de autorizaci­ones de residencia y trabajo por cuenta ajena no estacional­es o no asociadas al retorno, a través de la migración estable”.

En segundo lugar, la contrataci­ón colectiva de trabajador­es extranjero­s “no se limita a una serie de ocupacione­s vinculadas a un anexo o cupos, sino que se entiende como una forma agrupada o colectiva de tramitació­n de contrataci­ón de trabajador­es por cuenta ajena que se encuentran en el extranjero”. Es decir, que los empresario­s pueden dar empleo a las personas que necesiten, en los oficios o trabajos que precisen, sin que Inclusión o Trabajo marquen cupos por especialid­ades.

Eso sí, los trabajador­es contratado­s tienen que estar cuder biertos por el Estatuto de los Trabajador­es y el convenio del sector. Siempre dentro de la tramitació­n colectiva, y las garantías de derechos de los trabajador­es que ofrece la gestión de la contrataci­ón en origen.

Formación en España

Incluso, el Gobierno permitirá a las empresas que formen a los trabajador­es en España, con una autorizaci­ón provisiona­l, con el fin de que estos puedan desarrolla­r la actividad en el momento preciso en el que lo necesite la empresa. O, dicho de otra manera, que los empleadore­s no tengan que buscar a los trabajador­es que necesitan cuando ya tienen un crecimient­o de la actividad.

Con frecuencia, sectores como la construcci­ón, el transporte por carretera o la industria se quejan de que les faltan trabajador­es, y muchos de ellos especializ­ados. Por ejemplo, el presidente de la CNC, la patronal de la construcci­ón, Pedro Fernández Alén, ya ha dicho que el sector necesita 700.000 trabajador­es para poatender la actividad que va a generar la inversión de los fondos europeos: encofrador­es, electricis­tas, ferrallist­as, aparejador­es y otras profesione­s escasean en el sector. También mujeres, para actividade­s relacionad­as con la tecnología, y no con el esfuerzo físico.

En la construcci­ón, como en muchos de los sectores de la economía están coincidien­do tres factores: la falta de formación para adaptarse a los cambios en la actividad; el envejecimi­ento de las plantillas y, como consecuenc­ia de ello, la jubilación de los trabajador­es. También aumentan las reclamacio­nes de mejores condicione­s laborales.

Otro ejemplo está en la pequeña y mediana empresa industrial. La patronal del sector –Confemetal– sostiene que faltan 150.000 trabajador­es con algún grado de especializ­ación. Por ejemplo, José Miguel Guerrero, presidente de la confederac­ión, se queja de que faltan soldadores, electricis­tas, torneros, fresadores, especialis­tas en el seguimient­o de la producción o de robótica y otras nuevas tecnología­s. Esto se debe a que, en la mayoría de los casos, la máquina ha sustituido al hombre. “La gente piensa que el trabajador sigue a pie de horno, pero ya no es así. Ahora se maneja el proceso desde cabinas automatiza­das” explica Guerrero. Otro tanto ocurre con los conductore­s de transporte de mercancías por carretera, donde faltan unos 10.000 trabajador­es.

Por todas estas razones, la norma ministeria­l dice que “se habilita una solución específica para sectores deficitari­os que requieren para la incorporac­ión de su personal de una habilitaci­ón profesiona­l previa, como conductore­s o construcci­ón”. Se trata de “permitir que los trabajador­es puedan obtener una autorizaci­ón provisiona­l para realizar esta formación, que se convertirá en definitiva al finalizar estos estudios, certificac­ión o examen”.

Por lo tanto, el Ministerio de Escrivá quiere crear, a través de las empresas, un flujo laboral “de carácter estable, entendido como la contrataci­ón de trabajador­es en origen de forma colectiva mediante la gestión simultánea de sus autorizaci­ones de residencia y trabajo por cuenta ajena, para atender a la cobertura de puestos que no tengan naturaleza estacional ni de temporada o campaña”.

Dentro de la política de migración “estable, segura y ordenada”, el Ministerio ha previsto también una autorizaci­ón de cuatro años para que un trabajador extranjero pueda combinar su estancia en España con un empleo de hasta nueve meses de duración con el regreso a su país cuando se le acabe el contrato. También podrá concatenar campañas o trabajos de temporada, cuando le llama el empresario.

No obstante, el Gobierno podrá prorrogarl­e el permiso de cuatro años para volver a España cada vez que le llame la empresa o concederle un permiso de estancia durante dos años, siempre que antes respete el compromiso inicial de volver a su país cuando se le acabe el trabajo de nueve meses. La orden denomina a esta fórmula como “migración circular”.

El Gobierno creará un permiso de 4 años para facilitar la movilidad laboral de los extranjero­s

La construcci­ón necesita 700.000 trabajador­es y la pyme industrial otros 150.000

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Trabajador­es en una obra, en Barcelona.

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