Bruselas eleva el PIB español al 2,1% este año y amplía su ventaja con Europa
PREVISIONES ECONÓMICAS DE PRIMAVERA/ La Comisión Europea mejora las previsiones de crecimiento para España por la buena marcha del mercado laboral, el despliegue de los fondos europeos y el fuerte tirón del turismo y los servicios.
La bonanza española contrasta con la atonía de la eurozona, que apenas crecerá un 0,8%
El panorama económico español pinta bastante bien, a pesar de la debilidad de la economía europea. La Comisión Europea prevé que la actividad económica nacional crezca un 2,1% este año, de acuerdo con los pronósticos recogidos en las Previsiones Económicas de Primavera, publicadas ayer por el organismo comunitario, cuatro décimas por encima de las previsiones de febrero. Este dato, sustentado en buena medida en el buen arranque del año, con un crecimiento del 0,7% entre enero y marzo, amplía la distancia con la eurozona, que apenas crecerá un 0,8% este año debido, entre otros motivos, al enfriamiento de la economía alemana (ver información adjunta). Además, las previsiones de la Comisión reflejan una gran divergencia entre las distintas economías europeas, ya que aquellas más orientadas a los servicios y al turismo, como Malta, Chipre o Grecia, crecerán con fuerza mientras que aquellos con un mayor peso de la industria, como la ya mencionada Alemania, avanzarán a un ritmo muy lento.
El PIB español crecerá un 2,1% este año, de acuerdo con las últimas previsiones económicas de la Comisión Europea, que elevan cuatro décimas sus pronósticos para este año, si bien al mismo tiempo recortan una décima, al 1,9%, las expectativas para el próximo
El déficit se moderará al 3%, lo que permitiría cerrar un posible expediente europeo
año. “La demanda interna el principal motor del crecimiento –sostiene la Comisión Europea–. Se espera que el consumo privado se vea respaldado por la continua creación de empleo y la reducción gradual de la tasa de ahorro de los hogares”. De hecho, la evolución del mercado laboral es uno de los elementos que más parece mejorar en los últimos seis meses (este dato no aparece recogido en las previsiones de febrero): si en noviembre Bruselas apuntaba que el número de ocupados crecería un 1,2%, ahora apuesta por un incremento del 2,1%, lo que eleva la creación de empleo en unas 190.000 personas. Con todo, la tasa de paro se mantendrá en el 11,6%, la misma cifra prevista en noviembre, debido a que la creación de empleo se sustenta sobre la inmigración y estimula la búsqueda de empleo, lo que también elevará el número de parados.
A esta bonanza del consumo hay que sumar también un fuerte crecimiento de la inversión y las exportaciones, tal como preludian los buenos datos en ambos apartados registrados en el primer trimestre. “El crecimiento de la inversión mejorará en 2024, respaldado por la aceleración de la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y la flexibilización prevista de las condiciones de financiación, beneficiándose también de la sana situación financiera de las sociedades no financieras”, señala la Comisión. Con ello, las inversiones en bienes de equipo, que cayeron un 1,6% el año pasado, crecerán un 2% en el ejercicio actual. Además, aunque “la débil situación económica de los principales socios comerciales de España limitaría el dinamismo de las exportaciones globales y la contribución al crecimiento de la demanda externa, la evolución positiva esperada de la actividad turística y de las exportaciones de servicios no turísticos a lo largo del año” compensarán en buena medida los problemas de la venta de mercancías al exterior, impulsando las exportaciones un 1,6%.
Hay que tener en cuenta que la industria, no solo la española sino la europea en conjunto, se ha visto aquejada por varios problemas, como son la pérdida de competitividad con el exterior por el aumento de los costes energéticos, la crisis del mar Rojo (que frena la llegada de insumo por el canal de Suez y limita las exportaciones hacia Asia) o la dificultad para cubrir determinados perfiles profesionales. Es