Bruselas combate el alza de la electricidad
Las cotizadas siguen en beneficios récord
La Cumbre de Energía de los veintisiete Estados miembros de la Unión Europea acordó ayer tres de las propuestas que hace unas semanas planteó la Comisión: recorte de ingresos a las eléctricas, tasa a las petroleras y gasistas y descenso del consumo de luz. Quedó fuera del paquete final la propuesta de España y otros trece países de establecer un límite de precios a todas las importaciones de gas para controlar el aumento de la factura energética. Para Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, la UE se ha “quedado corta” en el asunto del tope al gas. Y es que España es vulnerable no solo al precio de las importaciones rusas sino también al de las procedentes de Argelia, cuyos precios están siendo renegociados con Naturgy. Las tres medidas aprobadas, aunque no radicalmente ambiciosas, permitirán un alivio de precios. Se trata de la reducción de un 5% de la demanda eléctrica en horas punta y del 10% entre el 1 de diciembre de 2022 y el 31 de marzo de 2023; una tasa a las empresas de combustibles fósiles (petroleras, gasistas y empresas de carbón) por los altos beneficios que están generando en la crisis energética, y el límite de 180 euros por megavatio hora al precio al que las nucleares y renovables, incluidas hidráulicas, pueden comercializar la energía (que España ya cumple). Las medidas entrarán en vigor el 1 de diciembre (se podría haber sido más ambicioso acortando la entrada en vigor) y durarán hasta el 31 de diciembre de 2023, siendo compatibles con las puestas en marcha a nivel nacional por los Estados miembros si tienen un carácter equivalente, como es el caso de la excepción ibérica en España y Portugal. El jueves el Gobierno alemán anunció un fondo de 200.000 millones para ayudar a particulares y empresas a pagar la electricidad. El plan, que generó algunas críticas en la Cumbre de Energía, no es sin embargo incompatible con lo aprobado en Bruselas, y refleja una legítima movilización para aliviar una situación límite.
A pesar de todas las dificultades, 2022 será un año de buenos resultados empresariales, con la banca en creciente rentabilidad, otros sectores recuperando velocidad de crucero según se supera la pandemia y los relacionados con las commodities operando con la inercia del ciclo alto todavía. Por todo ello, en el primer semestre, las 120 empresas del Mercado Continuo muestran buena salud, con un beneficio agregado de 33.750 millones de euros. Aunque está un 2% por debajo del máximo histórico de 2021 debido a las diferencias de extraordinarios, fundamentalmente en Telefónica y CaixaBank, evidencia la fuerte resistencia de las empresas en un entorno muy complejo, afectado por las disrupciones en los suministros, la inflación, unos costes energéticos sin parangón y una situación geopolítica muy delicada. A favor han jugado los tipos de cambio, ayudando a una evolución positiva a nivel operativo, que se refleja en un aumento del 11,4% en el ebitda, hasta casi 58.000 millones. Dentro del Ibex, que tira del Continuo, debe destacarse la buena evolución de los grupos vinculados a las materias primas (ArcelorMittal y Acerinox), la recuperación de las turísticas (Amadeus, Aena, Meliá e IAG), la excepcionalidad de las energéticas (Repsol, disparada por el precio del crudo, y eléctricas), y la firmeza del sector bancario. Los ganadores por beneficios en el trimestre son ArcelorMittal (7.926 millones de euros), Santander (4.894 millones) y BBVA (3.001 millones).
Meta se aprieta el cinturón
La actual situación macroeconómica, que se traduce en una reducción del gasto publicitario digital por parte de muchas empresas, junto con el impacto negativo de los cambios de privacidad de Apple y la competencia creciente de TikTok dibujan un panorama complicado a corto plazo para Meta, el dueño de Facebook. Mark Zuckerberg, consejero delegado de la compañía estadounidense, ya alertó el pasado verano de las dificultades a las que se enfrenta la compañía y de la necesidad de contener costes de personal y reevaluar las inversiones a largo plazo. Con estas premisas, Meta ha comunicado a sus empleados que congela hasta finales de año las contrataciones, poniendo fin a unos años de fuerte crecimiento de la fuerza laboral debido al boom digital derivado de la pandemia, que le llevó a incrementar un 60% su plantilla en dos años hasta superar los 78.000 empleados en todo el mundo. Ahora, sin embargo, Meta ha visto caer, por primera vez en su historia como cotizada, sus ingresos trimestrales, que se contrajeron un 1% en el trimestre cerrado en junio, hasta 28.800 millones de dólares. El dueño de redes sociales como Facebook e Instagram ha recortado su previsión de gastos para 2022 a una horquilla de entre 85.000 millones a 88.000 millones de dólares, frente al tope de 92.000 millones de dólares que había presupuestado inicialmente. Meta no es ajena a la caída en Bolsa del sector tecnológico y ha perdido un 59% de su capitalización en lo que va de año.