Restaurantes con mesas secretas
DIEZ PISTAS
De privados ‘sui generis’ a reservados para apenas media docena de comensales, en Madrid y Barcelona.
Unas veces, son reservados de restaurantes que se amoldan a las necesidades de los comensales, sea en comidas de negocios o en reuniones de ocio, con menús a la medida y varias capacidades de sus salones. Otras son mesas especiales o sui generis, que incluso conceptualiza en sí mismo algún restaurante. Estas son diez pistas para reservar en rincones especiales de la hostelería de Madrid, Barcelona, San Sebastián, Marbella o La Coruña.
L Toki. Luce una estrella Michelin con poco más de un año en funcionamiento. Es uno de los proyectos de Marcos Granda, sumiller convertido en empresario de hostelería que lidera ya todo un imperio gastronómico, con siete estrellas repartidas entre el biestrellado Skina y el japonés Nintai, en Marbella; Clos y Toki, en Madrid; y Ayalga y Marcos, en Asturias. En el caso de Toki, no es que cuente con un privado, es que es un concepto basado en una barra japonesa de solo 6 plazas, donde oficia el japonés Tadayoshi Motoa, socio y sushiman. La oferta de esta exclusiva experiencia se basa en un único menú con un precio de 180 euros, que se compra previamente como tícket al realizar la reserva.
L Saddle. Abierto en el otoño de 2019 en el local del que fue un icono de la hostelería madrileña, Jockey –abierto en 1945 por Clodoaldo Cortés y cerrado en 2012–, es un imponente espacio que representa el nuevo lujo culinario de Madrid. Suma 1.600 metros cuadrados en tres plantas, donde se suceden varios reservados, con capacidades que van de las dos personas hasta las 24. El mismo servicio de alto nivel de la sala principal se alía en estos privados con su cocina de corte clásica, con menús previamente acordados si se quiere. Es un evidente destino de comidas de negocios.
L Lhardy. Propiedad de Grupo Pescaderías Coruñesas, arrancó nueva etapa en 2021 al convertirse en el nuevo proyecto de la familia García
Azpiroz, dueña de restaurantes como El Pescador, O’Pazo, Filandón y Desde 1911. Este emblema de la hostelería madrileña es una especie de palacio que abrió en 1839 en un edificio de la Carrera de San Jerónimo. El restaurante ocupa la primera planta, con varios reservados o, mejor dicho, salones, con diferentes capacidades y llenos de muebles y objetos que son joyas. Así, se puede elegir entre el Blanco, el Japonés, el Tamberlick o el Gayarre. Se puede comer desde el cocido revisado por el equipo de Coruñesas a los Callos a la madrileña, su famoso Suflé o una variedad de platos que en algunos casos corresponden a revisiones de recetas clásicas.
L Lua. Manuel Domínguez, gallego que lleva dos décadas afincado en Madrid, reinventó recientemente su espacio de de la calle Eduardo Dato, en Madrid. De alta cocina con estrella Michelin, ha evolucionado a una casa de comidas, casi bistró, con oferta de recetas gallegas tradicionales o revisadas. Lo que no ha cambiado es el privado situado justo detrás de la cocina –se accede pasando por los fogones–, donde el cocinero se adapta a lo que cada cliente le pide. “Una mariscada, una angulada, un cocido gallego… lo que el cliente quiera”, dice el dueño de Lua. En su carta, hay platos destacables como el Pulpo ‘á feira’, el Salpicón de marisco o las Verdinas con carabineros.
L Tragabuches. Abierto a principios de enero en la calle Ortega y Gasset, es uno de los nuevos proyectos del chef Dani García. Plantea una carta de recetas andaluzas, bajo una marca que ya había estrenado en Marbella un año y medio antes. ‘La venta de Dani García en Madrid’ se presenta, como un restaurante que ocupa el espacio que fue la marisquería SanxenxoCombarro, junto a la Plaza Marqués de Salamanca –que cerró en 2020 a raíz la pandemia–. En Tragabuches Madrid, además de sus comedores principales, hay varios reservados de mayor o menor tamaño que es posible reservar para reuniones familiares o empresariales. Se pueden probar platos como la Ensaladilla con tacos de jamón ibérico, el Gazpacho de cerezas, el Aguacate de Málaga relleno ‘a la inversa’ o el Chivo malagueño asado. Su sede de Marbella también tiene varios reservados.
L Sushita Cabana. Es la octava apertura del Grupo Sushita en Madrid. Con decoración japocolonial, se ubica en Aravaca y propone una variopinta oferta de cocina japonesa, cantonesa y del sudeste asiático. La conocida como Jaima funciona como la zona privada, “un lugar más tranquilo dentro del propio restaurante”, donde hay varias mesas.
L 7 Portes. Histórico establecimiento de Barcelona con casi doscientos años de historia. “Un restaurante de gran capacidad que permite disfru