La justicia europea confirma la multa de 4.125 millones a Google
COMPETENCIA/ El TGUE respalda la sanción impuesta por la Comisión en 2018 y rebaja apenas un 5% el importe final.
Nuevo varapalo judicial para Google en Europa. El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) confirmó ayer la decisión de Bruselas de imponer a Google una multa antimonopolio récord de varios miles de millones de euros por utilizar su sistema operativo móvil Android para perjudicar a los competidores.
“Google impuso restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos móviles Android y a los operadores de redes móviles con el fin de consolidar la posición dominante de su motor de búsqueda”, señalaron en su escrito los jueces comunitarios.
Aunque los magistrados tumbaron la mayor parte de los argumentos presentados por la tecnológica para evitar la sanción, la más alta impuesta por la Comisión Europea a una empresa en su historia, accedieron a rebajar aproximadamente un 5% el importe de la multa, de 4.340 millones de euros a 4.125 millones, para “reflejar mejor la gravedad y la duración de la infracción”.
En la práctica, Google muy probablemente seguirá aplicando algunos de los cambios que introdujo en 2018 para cumplir con la decisión de la UE, entre los que se incluye una pantalla de elección de diferentes motores de búsqueda para que el usuario elija su favorito.
Respaldo a la Comisión
La sentencia es un voto de confianza para la Comisión y, especialmente, para su comisaria, la danesa Margrethe Vestager, que ha sido muy agresiva en su intento de perseguir a los gigantes tecnológicos estadounidenses (Meta, Apple, Amazon, Microsoft) por su comportamiento anticompetitivo.
El fallo, en todo caso, no es definitivo porque Alphabet, matriz de Google, tiene dos meses y 10 días para recurrir la sentencia ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), la máxima instancia de la judicatura comunitaria.
La de Android es la mayor de las tres multas antimonopolio, que en conjunto suman un total de más de 8.000 millones de dólares, que la Comisión ha impuesto a Google desde 2017.
En noviembre del año pasado, el Tribunal General ya confirmó la sanción de 2.420 millones de euros contra Google por favorecer su propio servicio de comparación de precios sobre los de la competencia.