La UE apuesta por el hidrógeno, las materias primas y las
La Unión Europea invertirá 3.000 millones de euros para acelerar el desarrollo del hidrógeno, aprobará una nueva regulación sobre materias primas para poner fin al monopolio de China y establecerá incentivos para facilitar las relocalizaciones industriales. Estas son algunas de las medidas que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció ayer en la Eurocámara durante el debate sobre el estado de la UE.
● Banco de hidrógeno verde. Bruselas quiere que la producción se doble, con el objetivo de alcanzar los 10 millones de toneladas en 2030. Para conseguirlo, creará un mecanismo de financiación para “ayudar a construir el futuro mercado”. De esta forma, Von der Leyen quiere dar continuidad a una de sus principales preocupaciones durante los últimos meses: diversificar las fuentes de suministro energético, con el objetivo de reforzar la soberanía de la UE.
● Materias primas. La dirigente democristiana está muy preocupada por la posición de predominio china en la extracción y predominio de las tierras raras, puesto que controla “el 90%” del mercado. Así se denominan elementos como el cerio, el itrio y el neodimio, ya que es muy poco común encontrarlos puros en la corteza terrestre. Su uso es cada vez más extendido y la previsión es que la demanda “se quintuplique hasta 2030”. “Hay que evitar tener dependencia”, por lo que Bruselas buscará “nuevos socios” y también pondrá en marcha una nueva ley de “materias primas críticas” para garantizar “reservas estratégicas” de aquellos suministros que puedan estar en riesgo.
● Política industrial. Tras cuatro décadas de deslocalizaciones, Von der Leyen defendió el regreso de la producción en Europa. “Quiero que se cree un nuevo fondo europeo de soberanía” para incentivar la relocalización industrial.
● Priorizar los “socios fiables”. Las amenazas y los cortes en el suministro de gas por parte de Rusia durante los últimos meses evidencian, según Von der Leyen, la necesidad de construir “nuevas relaciones con nuevos socios”. No sólo deben ser “fiables” a la hora de cumplir con los contratos sino que, además, tienen que “compartir las normas sociales y ambientales” de la UE, resaltó. Con estas palabras, excluyó a China, aunque no la citó explícitamente en esta parte del discurso. Sí que se refirió a Estados Unidos, Australia, India, Nueva Zelanda, Chile y Mé