España, a la cola de Europa en la implantación del automóvil eléctrico
PWC/ La escasez de puntos de carga en nuestras carreteras y ciudades lastran el mercado de electromovilidad español pese a tener uno de los sistemas que más bonifican su compra.
La falta de infraestructuras de recarga está penalizado el desarrollo de la movilidad eléctrica en España hasta el punto de que nuestro mercado se sitúa entre los menos desarrollados de los grandes países de Europa. Este es uno de los principales mensajes del informe eReadiness 2022, elaborado por Strategy&, la consultora estratégica de PwC, que analiza el nivel de desarrollo de la electromovilidad en Alemania, España, Francia, Italia, Noruega, Suiza y Reino Unido.
El documento concluye que España se encuentra, junto a Italia, entre los mercados de electromovilidad menos desarrollados, muy lejos de Noruega y Suiza, y por detrás de Reino Unido, Alemania y Francia.
Sólo el 9,3% de los vehículos matriculados en España en 2021 fueron eléctricos
El salario medio de los propietarios de coches eléctricos se sitúa en 74.000 euros al año
Hasta 7.000 euros de subvención se pueden conseguir al comprar un vehículo eléctrico en España
Red escasa y sin potencia Así, el panel elaborado por la firma de servicios profesionales revela que el talón de Aquiles para el desarrollo del mercado de movilidad eléctrica en nuestro país son las infraestructuras de carga.
Este resultado llega tras analizar factores como el número de puntos de recarga públicos por cada mil vehículos, los puntos de carga rápida –por encima de los 150 kW– por kilómetro de autopista, el porcentaje de energía renovable que produce cada país o la relación entre coste de la gasolina y de la electricidad.
Prueba de la escasa red de infraestructuras para enchufar estos vehículos en las carreteras españolas se refleja en los datos del último Barómetro de la Electromovilidad en España elaborado por Anfac. El informe cifra en 14.244 los puntos públicos de recarga eléctrica disponibles en EsEl paña, contando, más del 75% de ellos, con una potencia por debajo de los 22kW.
Ayudas
La escasa red de infraestructuras montadas para que el coche eléctrico se mueva con garantías en nuestro país contrasta con la voluntad institucional a la hora de incentivar la compra de este tipo de vehículos. Así, el informe revela que sólo en ayudas directas, en España se pueden obtener hasta 7.000 euros por la compra de uno de estos vehículos. Además, los impuestos de matriculación quedan excluidos y los de circulación se reducen hasta en un 75% comparados con los que asume el propietario de un coche de combustión.
Estos datos sitúan a nuestro país en segunda posición de los siete que compara el estudio de PwC, con 3,8 puntos. No obstante, los expertos afirman que el sistema de concesión de esta ayudas en nuestro país es ineficaz, pudiendo demorarse la entrega de la subvención en más de un año.
A la hora de cuantificar la oferta existente en los siete mercados analizados, los expertos detallan cuestiones como la penetración de los coches de motor eléctrico frente a los que se mueven por derivados del petróleo. Así, el año pasado, en España sólo se matriculó un 9,3% de vehículos eléctricos, cifra similar a la de Italia (8,9%) y más de diez puntos por debajo de países de las tasas de matriculación de este tipo de vehículos que registraron Francia, Reino Unido, Suiza y Alemania.
informe también revela una cuestión clave para que la movilidad eléctrica no se termine de asentar en nuestro país. Y es que la firma de servicios profesionales realizó una encuesta a un panel de 4.600 consumidores de los siete países, análisis que reveló que el salario medio anual de los propietarios de vehículos eléctricos se sitúa en 74.000 euros. Mientras tanto, en España, los ingresos medios anuales de los que respondieron la encuesta, tuvieran o no este tipo de vehículos, se situó en los 37.000 euros anuales.
Ingresos
El informe refleja que los consumidores españoles que desean acceder a la movilidad eléctrica son los que cuentan con menos poder adquisitivo. Esto genera una brecha respecto a los propietarios europeos de este tipo de vehículos de 37.000 euros en ingresos al año. En esta línea, la realidad económica frena el deseo de los usuarios de nuestro país para acceder a la movilidad sostenible. Y es que, tan sólo el 28% de los españoles encuestados se plantea invertir en un vehículo eléctrico en los próximos dos años.