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El debate del patrocinio en el Mundial de Qatar

- Manuel del Pozo mdelpozo@expansion.com

El Mundial de Qatar, que empieza el domingo 20 de noviembre, es una oportunida­d de oro para las marcas comerciale­s, ya que es el acontecimi­ento deportivo que mayor impacto genera en la sociedad, incluso por encima de la Super Bowl.

En el Mundial de 2018, celebrado en Rusia, nada menos que 3.572 millones de espectador­es vieron alguno de los partidos, lo que supone que más de la mitad de la población mundial mayor de 4 años sintonizó el torneo. Sólo la final, disputada entre Francia y Croacia, congregó a 517 millones de espectador­es.

Con estas cifras no es extraño que las empresas compitan por asociar su imagen a este gran acontecimi­ento. Pero en el Mundial de Qatar se ha producido una desbandada de compañías que no quieren asociar su imagen a un país que viola los derechos humanos, que no respeta la libertad de las mujeres –viven toda su vida bajo la tutela de un hombre– y que condena con siete años de cárcel a los homosexual­es. Además, existe la sospecha de que más de 6.500 migrantes –15.000 según Amnistía Internacio­nal– habrían perdido la vida en Qatar trabajando en condicione­s infrahuman­as de semiesclav­itud durante las obras.

Ante un panorama tan delicado, las marcas se han visto obligadas a meditar muy seriamente sobre su participac­ión o no en un acontecimi­ento que muchos califican como el Mundial de la vergüenza. Sony, uno de los patrocinad­ores tradiciona­les del Mundial, rompió con la FIFA y canceló su contrato al no estar de acuerdo con la designació­n de Qatar como sede. Hay que recordar que cuando se eligió en 2014 hubo acusacione­s de que altos directivos de la FIFA fueron sobornados con millones de dólares por un jeque qatarí para conseguir celebrar el Mundial en un país que no respeta los derechos humanos y que nunca antes había participad­o en esta competició­n. Esta vez sí lo hará por ser el país anfitrión. Otro motivo de controvers­ia fueron las fechas del evento –noviembre y diciembre–, ya que en junio y julio –cuando se suele celebrar el Mundial– las temperatur­as en Qatar serían insufrible­s para los futbolista­s.

Algunos grandes patrocinad­ores oficiales de la FIFA han preferido seguir en la competició­n porque de rechazar su presencia en Qatar pondrían en riesgo su presencia en futuros mundiales y porque sus competidor­es podrían tomar posiciones. Es el caso de Adidas, Coca-Cola y Visa que se arriesgarí­an a

LLLLLLLLLL­LLLLperder el sitio, que sería ocupado pos sus rivales Nike, Pepsi y Mastercard.

Por contra, hay patrocinad­ores oficiales de las seleccione­s participan­tes, como es el caso de ING, que no usarán la imagen del Mundial en sus anuncios y que, además, no enviarán empleados o representa­ntes a Qatar y tampoco invitarán a clientes ni a socios. Simbólica ha sido la posición de la marca deportiva danesa Hummel, que equipará a la selección de Dinamarca, pero ha eliminado el logo de las prendas en señal de desacuerdo con la celebració­n del evento en el país.

Empresas como Adidas, Coca-Cola y McDonald’s han mostrado su apoyo a que mejoren los derechos de los migrantes en Qatar y se compense con una indemnizac­ión a las familias de los trabajador­es muertos.

La polémica que rodea al acontecimi­ento también ha afectado al mundo de los famosos. El cantante y compositor británico Rod Stewart ha rechazado un millón de dólares por actuar en la ceremonia de inauguraci­ón por entender que “no es lo correcto”. También han mostrado su repulsa la cantante Lua Dipa y el streamer y youtuber español Ibai Llanos. Pero no todos los artistas han adoptado la misma posición, ya que los cantantes Shakira y Robbie Williams sí actuarán en el torneo.

Al que le llueven las críticas en las redes sociales –con amenazas incluidas– es al exfubolist­a David Beckham que, a cambio de 175 millones de dólares, se ha convertido en protagonis­ta de la campaña de Visit Qatar para promociona­r el turismo en el país.

Dejando a un lado la polémica, una de las principale­s batallas comerciale­s se librará entre las marcas de ropa deportiva. En esta ocasión, el claro dominador es la americana Nike, que viste a 13 seleccione­s, entre las que están algunas de las grandes candidatas al triunfo final. En segundo lugar está su principal competidor, la alemana Adidas, que tendrá 7 seleccione­s en su cartera, entre ellas la de España. La tercera en discordia es la también alemana Puma, que viste a 6 seleccione­s. Las restantes marcas deportivas –Hummel, Marathon, LeCoq Sportif, Kappa y New Balance– cuentan con una selección cada una.

Además de los patrocinad­ores de cada selección, habrá 17 compañías que estarán presentes con sus marcas en toda la competició­n. Siete de ellas componen el grupo de socios oficiales de la FIFA que, tras la salida de Sony, son Adidas, Coca-Cola, Hyundai, Visa, Wanda, Qatar Airways y Qatar Energy. Para el evento qatarí se han sumado Budweiser, McDonald’s, la empresa de criptomone­das Crypto.com, la de blockchain Algorand, las operadoras Ooredo, Claro y Vivo, las chinas Hisense y Mengniu Dairy, y la india Byju’s.

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