El déficit comercial hasta septiembre se cuatruplica
Las exportaciones de mercancías españolas se disparan a un ritmo del 24,7% entre enero y septiembre con respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo con los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, lo que sería una muy buena noticia de no ser porque cuatro quintas partes de este incremento se deben a la subida de los precios y que las importaciones han crecido con todavía más fuerza, multiplicando por cuatro el déficit comercial y llevándolo hasta unas cifras que no se veían desde hace más de una década.
En concreto, las ventas al exterior se incrementaron un 24,7%, hasta alcanzar los 286.673,4 millones de euros en los nueve primeros meses del año, pero el avance se reduce hasta el 4,8% una vez que se descuenta el incremento de los precios.
Hay que tener en cuenta que el impacto de la inflación sobre los bienes agrarios e industriales, que suponen la mayor parte de la cesta de la exportación, está muy por encima de la media, pero eso no repercute en mayores beneficios para las empresas españolas, sino que deriva del fuerte incremento de los costes energéticos.
De hecho, las importaciones crecieron un 39,8%, hasta los 340.110,5 millones de euros, lo que arroja un déficit comercial de 53.437,1 millones de euros, lo que supone la cifra más elevada desde el año 2008. Aquel año el déficit comercial estaba desbocado por el elevado nivel de consumo a crédito, la pérdida de competitividad del sector exterior y la absorción de buena parte de los productos que podrían ir al extranjero por parte de una demanda interna inflada por la burbuja inmobiliaria, y costó varios años reequilibrar el saldo exterior, un proceso que se ha venido abajo este año por el fuerte incremento de los precios del petróleo y, sobre todo, el gas.
Este saldo exterior es resultado, fundamentalmente, del incremento de las importaciones de gas (que se multiplican por cuatro respecto a los nueve primeros meses de 2021), el petróleo y la electricidad (que se duplican con creces), con lo que el déficit energético se eleva hasta los 40.056,6 millones de euros. Y a eso hay que sumar otros productos muy afectados por el aumento de los costes, como los productos químicos, los abonos o los metales, todos ellos con subidas por encima del 60%.
En cambio, por el lado de la exportación destacan, además de los bienes energéticos cuyas alzas se deben en buena medida a la reexportación de parte de los productos comprados al exterior, los productos químicos, con un alza del 33,5% y que son la única gran área donde el avance supera al de las importaciones y el déficit comercial se modera en los últimos meses, gracias los medicamentos, junto con otros subsectores como los cárnicos, los productos cerámicos y los buques.