Fuerte subida de impuestos en Reino Unido tras entrar en recesión
“DECLARACIÓN DE OTOÑO”/ El Gobierno de Sunak gastará 63.000 millones de euros menos y recaudará 25.000 millones de euros más en cinco años. Su objetivo es rebajar la deuda pública a largo plazo.
Reino Unido ya está formalmente en recesión, un escenario que, según las previsiones del Gobierno, ha venido para quedarse. Al menos en 2023. En el próximo año, la economía británica se contraerá un 1,4%, frente al crecimiento del 1,8% que se había pronosticado anteriormente. A estas previsiones, se suman la inflación y una deuda pública que, en septiembre, alcanzó el 98% del PIB. Ante esta coyuntura, la receta que presentó ayer en la Cámara de los Comunes el ministro de Economía, Jeremy Hunt, es muy clara: hay que hacer recortes y subir impuestos.
Cuando todavía no ha pasado ni un mes de la toma de posesión del nuevo primer ministro, Rishi Sunak, Hunt cifró en 55.000 millones de libras (63.000 millones de euros) el recorte del gasto público acumulado en cinco años y en 25.000 millones de libras (28.600 millones de euros) el incremento de la recaudación. Su objetivo es que a partir de 2028, el peso de la deuda pública sobre el PIB empiece a disminuir, y mantener a corto y medio plazo el actual nivel de gasto público.
Impacto empresarial
Las medidas (ver información adjunta) tendrán un impacto para las empresas españolas que operan en Reino Unido. El Gobierno mantiene la medida fiscal estrella del antiguo premier Boris Johnson: el incremento del impuesto de Sociedades. Pasará del 19% actual al 25% a partir del próximo año.
Fue Sunak el impulsor de esta medida en su anterior etapa como ministro de Economía, y que su predecesora en Downing Street, Liz Truss, se comprometió a revertir. Sin embargo, Truss se vio obligada a dar marcha atrás, tras el desplome histórico que sufrió la libra esterlina, al hacer público un plan que incrementaba el gasto público y rebajaba impuestos. La dirigente conservadora sólo estuvo en el cargo 45 días. Además, la subida de los impuestos para las rentas más altas afectará a directivos.
Las reacciones a la denominada “declaración de otoño” que presentó Hunt no se hicieron esperar. Desde la oposición, los laboristas consideraron que el país está sumido en un “desastre”, del que responsabilizó directamente a Sunak y a los “doce años de fracaso económico de los conservadores”, quienes “nunca más pueden ser vistos como el partido de la competencia económica”.
Escenarios electorales
Los sondeos pronostican una victoria con holgura de los laboristas en los próximos comicios. Pese a ello, aún tiene recorrido la actual legislatura, en la que Reino Unido ha conocido a tres primeros ministros distintos y cuatro planes presupuestarios a lo largo de este año. Si no hay un adelanto electoral, la cita con las urnas tendrá lugar entre finales de 2024 y enero de 2025. Los conservadores fían su futuro político al éxito de la “declaración de otoño” y, conscientes de lo que está en juego, Hunt se comprometió ayer a mantener estable el gasto público hasta 2025. Los salarios e impuestos subirán lo mismo que la inflación y no habrá recortes en sanidad y defensa.
Las reacciones al ajuste fiscal no se hicieron esperar. Desde la gestora estadounidense Federated Hermes Limited, la economista Silvia Dall’Angelo destacó que “la reacción de los mercados financieros fue limitada y, en general, confirmó la confianza, al menos por ahora, en las credenciales de ortodoxia fiscal del nuevo Gobierno”. En cualquier caso, “no está claro si el anuncio de hoy incluye suficientes medidas para abordar el problema del bajo crecimiento del país”, agregó.
En un informe, el banco de inversión japonés Nomura señaló que el plan de Hunt “marca la vuelta a una política más tranquila y a la confianza fiscal”. Además, “sigue estando sobre la mesa” la posibilidad de que el Banco de Inglaterra vuelva a subir los tipos de interés, que ahora se sitúan en el 3% tras varios incrementos.
“Las decisiones difíciles se han dejado para quien gane las próximas elecciones” y se ha hecho un ajuste “por la vía fácil”, señaló el vicepresidente del Centro para la Investigación de la Economía y los Negocios (CEBR), Douglas McWilliams, informa Efe.
En esta línea, el académico de la universidad de Birmingham, Alex de Ruyter, consideró que la “decisión política” de reducir deuda conllevará un “círculo vicioso de austeridad”, lo que sitúa a Reino Unido en las antípodas de sus vecinos europeos, que apuestan por las políticas expansivas.